El "conservador" Gore
Al Gore y Bill Bradley protagonizaron en la madrugada española de ayer el más agrio debate de la campaña presidencial. El feroz intercambio de acusaciones entre los dos aspirantes a la candidatura demócrata convirtió el duelo verbal entre McCain y Bush en un juego de niños. Bradley, al que apoyan el baloncestista Michael Jordan y el cineasta Spike Lee, acusó a Gore de ser "un conservador" en materia de lucha contra el racismo y de control de las armas de fuego en poder de los particulares.Ante una audiencia mayoritariamente afroamericana en el emblemático teatro Apollo del barrio neoyorquino de Harlem, Bradley quiso que Gore tomara un puñado de documentos que demuestran que en su etapa en el Senado votó en contra de negar privilegios fiscales a centros educativos que practican la discriminación racial. Gore no los recogió y respondió: "Usted está desesperado e intenta abrirse un hueco destruyéndome".
En el debate, organizado por la CNN, Bradley acusó a Gore de haber apoyado como vicepresidente de Bill Clinton la eliminación de la discriminación positiva a favor de las minorías raciales y la destrucción del sistema público de beneficencia. También le reprochó que no haya propuesto a Clinton una ley para terminar con la discriminación racial en la actuación de las fuerzas policiales.
"Usted hace un ataque personal tras otro", respondió, a la defensiva, Gore, que le saca mucha distancia a Bradley en intenciones de voto en Nueva York, California y los otros 13 Estados que celebrarán primarias demócratas en el supermartes del 7 de marzo. Dado el desfallecimiento de su candidatura, Bradley ha lanzado una gran ofensiva que subraye las diferencias entre su programa progresista y el historial conservador de Gore.
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