_
_
_
_

Los inmigrantes rechazan adjudicar por sorteo los barracones en El Ejido

El Ejido La Comisión de Inmigrantes de El Ejido rechazó ayer de manera tajante e indignada la propuesta de los ministerios de Trabajo y de Administraciones Públicas de que se sorteen las plazas de los distintos barracones prefabricados que está previsto instalar en la zona. Las casetas metálicas con capacidad para seis personas (se intentó con ocho, pero no entraban las literas) estarán ocupadas, según prevé el Gobierno, a partes iguales por trabajadores de la finca donde estén enclavadas y por personas contempladas en el censo de los que perdieron todo tras los disturbios racistas.

Los representantes de los ministerios pidieron a la Comisión de Inmigrantes que contactaran con los favorecidos por el sorteo, pero éstos se negaron por su repulsa del método.Han pasado pocos días, pero ha caído mucho desde que el ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes, reprendiera al alcalde de El Ejido, el también popular Juan Enciso, por negarse a instalar las carpas destinadas a una atención de emergencia a las personas que se habían quedado sin cobijo, por mínimo que fuera, tras los incidentes racistas. Con el paso de los días no hay ni carpas ni viviendas prefabricadas y el único que se ha salido con la suya ha sido Enciso, que se ha convertido en la verdadera llave de todo el proceso.

En primer lugar, el alcalde de El Ejido ha conseguido que los enviados de los distintos ministerios del Gobierno se plieguen a sus demandas y que las viviendas prefabricadas se instalen en terrenos particulares, cerca de los invernaderos, lejos de las poblaciones y tras petición del agricultor en las oficinas municipales.

Hasta tal punto llega el poder de Enciso que, a mediodía de ayer, los técnicos de Protección Civil tan sólo sabían que se había instalado un barracón y se preparaban dos. Con seis personas por barracón, la cifra de alojados ascendería a dieciocho, mientras que el Gobierno se comprometió a alojar antes del día 25 a unos 500.

Las que ganan por el momento y por goleada son las tesis de Enciso: los módulos están en terreno privado y todo pasa por él antes de llegar a las Administraciones públicas que pondrán los medios y el dinero. Ayer, el alcalde de El Ejido, tras una sesión maratoniana, les aseguró a los representantes del Gobierno central que había al menos nueve agricultores más dispuestos a que se instalen módulos en sus terrenos. Eso sí, según fuentes presentes en la negociación, Enciso exigió que los módulos prefabricados se ocuparan al menos al 50% por trabajadores de la finca en la que se ubicaba y la otra mitad por integrantes de la lista.

Esta división, auspiciada por las tesis de disgregación de los inmigrantes de Enciso, culminó en la madrugada del martes en la sede de Cruz Roja en Almería con un sorteo para ver quiénes de los cerca de 500 inmigrantes inscritos en el censo accedían a las pocas plazas que hay previstas por el momento. De hecho, no hay ninguna, ya que tras levantar el primer barracón las literas de dos camas encargadas eran demasiado anchas y se redujo la capacidad de ocho a seis personas, tras pedir que se enviaran nuevas literas desde Málaga.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Hasta el momento, Protección Civil ha pedido a una empresa de Sevilla la compra de alrededor de medio centenar de estos habitáculos, diseñados para servir de vestuario a obreros de la construcción. El alcalde sólo quiere alojar a los trabajadores con contrato, pero entre los que han denunciado la pérdida de sus enseres hay mayoría de sin papeles y, aunque es prácticamente imposible concretar cifras, la situación podría afectar a cerca de 5.000 personas, según analistas de la inmigración en la zona.

Este panorama ha dado un último hervor a las ya de por sí caldeadas asambleas de inmigrantes que, al cierre de esta edición, discutían las medidas de respuesta ante lo que ven como un total incumplimiento de los acuerdos que podría llevar a un nuevo paro de braceros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_