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McCain se juega hoy su futuro en las primarias republicanas de Michigan

"Parece que John McCain gasta un montón de tiempo hablando sobre mí, pero yo prefiero hablar sobre el futuro de este país", dijo ayer George Bush en respuesta a la agresiva campaña en su contra desencadenada por el senador por Arizona y ex preso de guerra en Vietnam. Tras su severa derrota frente a Bush en Carolina del Sur, McCain se juega hoy el todo por el todo en las primarias republicanas de Michigan. Si vuelve a perder, se desvanecerá su desafío al candidato favorito del Partido Republicano.

Las encuestas adelantaban ayer una situación de empate en intenciones de votos entre Bush y McCain en Michigan. En cambio, McCain tiene casi asegurada la victoria en las primarias de su Estado de Arizona, que también se celebran hoy. Lo importante, sin embargo, será lo que digan los electores de Michigan, el primer Estado industrial que vota en el ciclo de elección del presidente estadounidense. Convertido de nuevo en el principal aspirante republicano a la Casa Blanca, Bush adoptó ayer en Michigan un traje presidencial en vez del traje de candidato agresivo que vistió en Carolina del Sur. McCain, por el contrario, volvió a atacar a Bush, al que acusó de conducir una campaña de propaganda destructiva. El día anterior había dicho: "Si Bush es un reformista, yo soy un astronauta". Y el sábado tildó de "pretencioso" al gobernador de Tejas y le acusó de enarbolar un "mensaje negativo de miedo". El tono agrio de McCain refleja su angustia ante la necesidad de tener que ganar en Michigan y su enfado por su derrota por más de diez puntos en Carolina del Sur. Esa derrota se debió en gran medida al éxito de Bush a la hora de presentar a McCain como el candidato republicano favorito de Al Gore y los demócratas. El atractivo de McCain entre el electorado demócrata e independiente asustó a los conservadores de Carolina de Sur, que se volcaron en las urnas a favor del gobernador de Tejas. Pero Bush también le ganó el sábado a McCain en segmentos de población tan significativos como las mujeres y los jóvenes. Influyó en ello su cambio de mensaje. Al ya célebre "conservadurismo con compasión", Bush añade ahora la idea de que, como prueba su experiencia de gobierno en Tejas, él es "un reformista con resultados".

Si pierde en Michigan, la candidatura de McCain empezará a deshincharse. Si gana, recuperará la fuerza de las semanas que siguieron a su victoria en New Hampshire. Pero en uno u otro caso, McCain está intentando hacer algo casi imposible: luchar por la candidatura republicana a la presidencia en contra de la base tradicional conservadora de su partido.

Eclipsado por esta apasionante guerra civil entre republicanos, el combate en el campo demócrata entre el vicepresidente, Al Gore, y el ex jugador de baloncesto Bill Bradley resucitó anoche. Ambos celebraron su primer debate televisado en Nueva York, que, junto con California y más de una decena de otros Estados, celebrará primarias demócratas y republicanas en el supermartes 7 de marzo. El marco de ese debate fue el emblemático teatro Apollo, en el barrio afroamericano de Harlem. El pasado domingo, Gore, claro favorito frente a Bradley, compartió en un templo de Albany, en el Estado de Nueva York, su primer acto electoral con Hillary Clinton, que aspira a un sillón en el Senado por ese Estado. El público fue mayoritariamente negro e hispano.

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