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El Sinn Fein no descarta un acuerdo que vincule el desarme a la retirada de tropas

Mientras los partidos de Irlanda del Norte consultan a sus bases y trasladan su campaña a EEUU, el foco de la próxima ronda de negociaciones parece enfilarse hacia el capítulo global de las armas, legales e ilegales, y del desarme. Declaraciones en los últimos días, incluidas las del ministro británico para Irlanda del Norte, Peter Mandelson, sugieren que la salida de la crisis actual podría estar acompañada de un compromiso global sobre el arsenal militar de los paramilitares, las 140.000 armas legales en una población de 1,5 millones de habitantes, el despliegue del Ejército británico y la reforma de la policía del Ulster.Mandelson señaló durante el fin de semana que estaría dispuesto a fijar un calendario de retirada de las tropas británicas dentro del "contexto" del decomiso de las armas del IRA y del "funcionamiento político". "Queremos normalizar la seguridad", dijo. El ministro, que ayer viajó a Boston y visitará la Casa Blanca el miércoles, utilizó el mismo término, "contexto", que la organización armada republicana empleó en su última oferta sobre el desarme.

Preguntado ayer en la BBC por la posibilidad de lograr un compromiso que vincule la entrega de las armas del IRA a la retirada de las tropas británicas del Ulster, Mitchel McLaughlin, destacado dirigente del Sinn Fein, aseguró: "Estamos obligados a analizar todas las posibilidades. Puede que no funcionen pero no podemos descartarlas".

Con las instituciones norirlandesas suspendidas, el centro de operaciones se ha trasladado a EEUU -el republicano Martin McGuinness cruza hoy el Atlántico- y a las bases de cada fuerza política. Ayer, David Trimble, líder del principal partido unionista, el UUP, y presidente del suspendido autogobierno del Ulster, fue a la Casa Blanca y se reunió con Sandy Berger, consejero de Seguridad Nacional de Bill Clinton. Trimble expresó, en la CNN, su esperanza en un eventual desarme del IRA, aunque confesó no saber "en cuánto tiempo ocurrirá".

Gerry Kelly, del Sinn Fein, visitó ayer a los 60 presos del IRA que permanecen recluidos en la carcel de Maze, en Irlanda del Norte, para sondear el efecto causado por la suspensión del autogobierno y la Asamblea de Belfast el pasado día 11. El líder republicano, Gerry Adams, busca el respaldo de la mayoría antes de dar a conocer en público la estrategia que el Sinn Fein adoptará en la revisión del Acuerdo de Viernes Santo.

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