Sólo el 10% de los 70.000 afectados por la demencia senil recibe tratamiento

Olvidar dónde se ha puesto la cartera de vez en cuando o pasar por alto algún recado es normal; pero los fallos de la memoria permanentes y progresivos son un síntoma de demencia senil, una enfermedad que se caracteriza por un deterioro intelectual que provoca la pérdida paulatina de habilidades. En la comunidad autónoma hay más de 70.000 personas aquejadas de esta dolencia, aunque apenas el 10% acude al especialista. El 90% restante ni siquiera tiene un diagnóstico de su dolencia.

Los neurólogos están empeñados en que estos casos afloren y lleguen a las consultas, ya que el 15% de estos enfermos son recuperables y el resto, al menos, puede recibir algún tipo de tratamiento que mejore su calidad de vida. Sacar a la luz esos casos, atenderlos, hacerles un adecuado seguimiento y asesorar a los familiares es justamente la meta que se ha planteado la Unidad de Demencia del hospital Carlos Haya de Málaga, la primera que se crea en Andalucía y en la que participan neurólogos, neuropsicólogos y enfermeros. Un equipo multidisciplinario que pretende dar respuesta a una patología con varias vertientes.

Detección precoz

Óscar Fernández, jefe del Servicio de Neurología del hospital, insiste en la importancia de la detección precoz y recomienda acudir al especialista ante cualquier cambio que suponga un retroceso sostenido en la capacidad para recordar. "Esta enfermedad supone una pérdida. A diferencia del retraso mental, que es un déficit, en la demencia siempre se pierde algo que se tenía", aclara el médico.

Fernández cree que el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida hacen imprescindible la creación de unidades de demencia para hacer frente a "la epidemia" que se avecina.

Hasta ahora los hospitales andaluces han tenido consultas aisladas, pero carecen de equipos multidisciplinarios para ofrecer al enfermo un tratamiento global. La inquietud de Fernández no es gratuita. Se estima que el 5% de las personas mayores de 65 años padece esta patología y que cada lustro se duplica la prevalencia. El facultativo remarca la importancia de la unidad que acaba de crearse: "En nuestra consulta se hacía lo que se podía, pero no era lo que necesitábamos. Lo adecuado es este enfoque multidisciplinario".

Las causas de la demencia son muy diversas, aunque entre el 50% y el 75% de los casos tiene su raíz en el Alzheimer. Entre el 20% y el 30% el origen es vascular y el resto puede ser por tumores, infecciones o traumatismos. Fernández insiste en que hay pacientes irrecuperables, pero que la medicina puede hacer mucho por los que son curables.

"El problema es que éstos generalmente llegan tarde y mal", se lamenta el neurólogo. En la actualidad la esperanza de vida de las personas se sitúa alrededor de los 78 años por lo que los médicos vaticinan que la patología seguirá en aumento y advierten que será necesaria la especialización y la dotación con mayores recursos para hacerle frente.

El Servicio de Neurología del hospital malagueño atiende entre 500 y 1.000 casos al año, cuando según las estimaciones en la provincia de Málaga existen unos 10.000 enfermos. "Está claro que no vemos a todos", apunta Óscar Fernández.

"A veces se minimiza el problema porque se considera un fallo de la memoria normal de la edad, pero siempre que se produzca una alteración de la inteligencia con una pérdida progresiva de memoria hay que acudir al especialista. Pretendemos que los casos afloren para ofrecer una mejor calidad de vida al enfermo y a su familia", subraya el facultativo.

Fernández dio algunas pistas para que los familiares de los afectados detecten los primeros síntomas y acudan de inmediato al médico: olvidar frecuentemente los números telefónicos, no ser capaz de hacer la compra en el supermercado sin llevar una lista, no recordar nunca dónde están las llaves o algo tan simple como perder la habilidad para cocinar pueden ser avisos de que la mente está empezando a fallar.