No me incluye

"Vamos a más". Ésta es la frase que el PP ha elegido para que acompañe la foto de su candidato en los carteles electorales. Imaginamos que la intención es transmitir la imagen de progreso de la sociedad española imparable, el cual hunde sus raíces en el pasado (no más lejano que la presente legislatura, obviamente).En el mensaje, sin embargo, no deja claro a quién se están refiriendo cuando utilizan el pronombre personal de primera persona nosotros, al que necesariamente nos remite la forma vamos. En efecto, cuando utilizamos esta forma podemos o no incluir al oyente o segundo interlocutor; así, si alguien dice: "Vamos a matarte", necesariamente el amenazado queda fuera de la referencia plural a que alude el nosotros. Pues bien, el desasosiego que produce este eslogan no se debe al carácter sentencioso y pagado de sí mismo que lo recubre y con el cual desafían las estadísticas de desempleo, por mencionar sólo alguna; ni siquiera puede decirse que se deba a la imagen del señor Aznar, a cuya escasa fotogenia ya nos hemos ido acostumbrando.

No, la inquietud que despiertan en mí estas tres palabras tiene su origen en que el nosotros que aparece tras la forma vamos parece no incluirme. Y no me incluye, no porque no me encuentre entre los que van a más, sino porque lo que el PP consigue presentar así es un programa del más puro estilo absolutista, en el mejor de los casos: todo para el pueblo, pero sin el pueblo, porque el pueblo quedamos, por efecto de la situación comunicativa, por completo fuera del cartel, de espectadores; en el peor de los casos, se trataría únicamente de una constatación con público del propio éxito. Si el PP hubiera querido tenernos en cuenta, habría dicho: "Vayamos a más", con lo que lograba convertir su propuesta en un proyecto, y además, común; no en vano otros partidos han optado por fórmulas menos transparentes del tipo: "Toma partido por Andalucía", aunque sólo sea por crearnos la ilusión, lo cual, ocurriendo una vez cada cuatro años, no es cuestión de despreciarlo.- . .