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Los estudiantes toman el centro de Viena contra Haider y el Gobierno

Unos 4.000 manifestantes, estudiantes de bachillerato de 17 institutos de Viena, no acudieron ayer a clase y tomaron las calles de la capital austriaca en un happening masivo para protestar contra el nuevo Gobierno, entre los democristianos del Partido Popular (ÖVP) y el Liberal (FPÖ), que acaudilla Jörg Haider. La manifestación fue un aperitivo de la anunciada para hoy bajo el lema No al racismo. No al extremismo derechista. Por una Austria abierta, pluralista y social. Por una Europa sin racismo.

Llegaron con silbatos, tambores y cacerolas; pancartas, con un amplio arsenal de insultos; panfletos de todo tipo de ideologías, más o menos de izquierda; y cuatro furgonetas con altavoces, que con el alboroto impedían escuchar a los que intentaban arengar a los asistentes. Muchos de los manifestantes comparaban en sus pancartas y panfletos a Haider con Adolf Hitler.Los organizadores de la manifestación de hoy esperan congregar esta tarde en la legendaria plaza de los Héroes a una concurrencia mayor que la reunida por Hitler en aquel mismo lugar en 1938, tras su entrada triunfal para certificar con su presencia la anexión de Austria al IIIReich.

La tradicional vida apacible austriaca parece haber llegado a su fin con la entrada en el Gobierno del partido de Haider. Ayer apenas unos 4.000 estudiantes de bachiller, que los organizadores de la manifestación se encargaron de multiplicar por cinco y convertir en 20.000, bastaron para que la policía de Viena, poco habituada a estos menesteres, se sintiese obligada a cerrar la arteria principal de la capital, el famoso Ring (anillo). La acción policial provocó más caos que el escaso número de adolescentes que hicieron novillos para protestar contra el nuevo Gobierno.Fueron pocos, pero ruidosos y jaraneros. Desde los altavoces se podía escuchar la voz de Bob Marley cantar "Levantaos, levantaos, levantaos por vuestros derechos", salsa y diferentes raperos. "Resistencia, resistencia. Resistencia en todo el país" o "¡Abajo el FPÖ, arriba la Internacional!" tronaban los altoparlantes en una hermosa mañana tan soleada como helada.

Dos chicas de 16 años, Cornelia y Charlene, portaban un gran disco de papel amarillo con el texto "Haider es Hitler". Explican las chicas que encontraron la pancarta tirada en la calle. Las dos se muestran convencidas de la certeza de la igualdad proclamada en la pancarta. Según Cornelia, "Haider es lo mismo que Hitler por las cosas que dice y luego rectifica". Charlene afirma: "Son muy parecidos. Haider hará en Europa lo que quiera. Tiene seguidores y sabrá cómo utilizarlos. También Hitler tenía pocos seguidores y supo imponerse".

A las dos chicas les preocupa la pérdida de prestigio internacional: "Austria no recuperará la buena fama y ahora está considerada como un país nazi y xenófobo". En la clase del instituto al que acuden las dos chicas, de 34 alumnos sólo ocho salieron a la manifestación. El profesor les dijo que tendrían que traer una nota para justificar la falta de asistencia.

La ministra de Educación, Elisabeth Gehrer (ÖVP), condenó la utilización de los chicos de las escuelas. Haider aseguró en una entrevista que le consta que parte de los manifestantes cobran entre 1.500 y 1.800 chelines (de 18.000 a 22.000 pesetas), pagados por funcionarios de las Juventudes Socialistas.

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La manifestación concluyó al pie de los balcones de la cancillería y de la sede de la Presidencia de la República. La música de salsa impedía escuchar a oradores esforzados en lanzar sus mensajes a unos 2.000 que resistieron hasta el final.

Un manifestante esgrimía una pancarta con una foto de Hitler y el siguiente texto: "En 1889 -año en que nació Hitler- no había sida, pero sus padres deberían haber usado condones. ¡Nunca más al fascismo!".

Más información en: www.gegenschwarzblau.cjb.net

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