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La oposición acusa al PNV de convertir a los centros vascos en 'batzokis'

La oposición aprovechó ayer la presencia del secretario de Acción Exterior, Iñaki Agirre, en el Parlamento vasco para lanzar una diatriba contra la política que sigue el Gobierno en relación a las euskal etxeak (centros vascos en el exterior). PP, PSE y UA coincidieron en que el PNV está "manipulando ideológicamente" a su conveniencia a estos centros, hasta el punto de haberlos convertido en batzokis (centros sociales del PNV).

Agirre compareció ante la comisión de Acción Exterior para dar cuenta del balance del II Congreso mundial de las Colectividades Vascas, celebrado en Vitoria del 20 al 29 de octubre del año pasado. Las conclusiones de este evento servirán de base para la elaboración del próximo plan cuatrienal de Acción Exterior. Entre otros acuerdos, figuran los de impulsar programas de ayudas sociales para personas en situación de necesidad, intercambios universitarios y proyectos conjuntos económicos y de turismo en los países en que están ubicadas las euskal etxeak. Además, las colectividades vascas en el exterior solicitaron al Gobierno vacso que incremente la subvención que les otorga para sus gastos de funcionamiento.Esta última reivindicación, expuesta por Agirre, desató la crítica de la representante de Unidad Alavesa, Enriqueta Benito. "Con lo que reciben en la actualidad los centros vascos ya tienen bastante. En lugar de pedir subvenciones, lo que tienen que hacer es ser más imaginativos y buscar sus propias fuentes de financiación, por ejemplo, a través de un servicio de restaurante", dijo. El presupuesto que el Gobierno destina a estos centros en el año 2000 asciende a 220 millones de pesetas, que se distribuirán entre las 125 casas existentes en el mundo, principalmente en América Latina. "A algunos centros no les llega para cubrir entre un 10 y un 30% de sus necesidades", se defendió Agirre.

Según Benito, las euskal etxeak son un sinónimo de "nacionalismo" y para corroborar su afirmación recordó que entre las recomendaciones que hicieron las colectividades vascas al final de su congreso se encuentra la de que el Aberri Eguna (fiesta que sólo celebran los nacionalistas) se constituya como una fiesta oficial que sirva para conmemorar el día de todos los vascos y vascas. "Los centros en el exterior no tienen nada de apartidistas y la culpa de eso es del PNV", zanjó.

Jesús Eguiguren, del PSE, aseguró que acudió a algunas de las reuniones celebradas durante el Congreso de las Colectividades y que la sensación que le quedó fue la de estar "en una asamblea nacionalista". "La tendencia de los nacionalistas a confundir su comunidad y sus votantes con el conjunto del pueblo lleva al Gobierno a fomentar entre los centros vascos un matiz tendenciosamente nacionalista", se lamentó el portavoz socialista en la comisión de Acción Exterior.

El parlamentario del PP Antonio Damborenea fue el más duro. "Las euskal etxeak son unos batzokis. El PP apoyó en su momento la Ley de Colectividades Vascas, pero si el Gobierno sigue con su política va a terminar por cargarse a todos los centros en el exterior". Damborenea añadió que "el día que gobierne otro partido diferente al PNV eso va a cambiar".

Xabier Ormaetxea, del PNV, tildó de "injustas y falsas" las conexiones establecidas por la oposición entre las colectividades vascas y el PNV, y alabó los objetivos que tiene previsto desarrollar Acción Exterior en relación a la comunidad vasca en el extranjero.

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Por su parte, Iñaki Agirre replicó que en los centros hay cabida para todo tipo de ideologías. "Es posible", apuntó, "que en ellas (las euskal etxeak) haya más gente sensible al proyecto de construcción del País Vasco, pero [dentro] conviven tendencias ideológicas de todos los colores".

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