"No me parece que sea buena persona"
A lo mejor estamos en un país democrático, pero uno siente que en muchos estamentos del Estado de derecho fluye el trasfondo tardofranquista del que nacieron. Un joven y apuesto policía de aduanas de no más de 27 años escrutaba mi pasaporte detenidamente comparándolo con los datos que sobre mi persona arrojaba el ordenador central de la policía, que tan amorosamente nos controla. "Ha tenido usted algún problema con la justicia", me dice el jovenzuelo uniformado; asombrado y con la incertidumbre pintada en mi rostro le contesto que no. Dos ventanillas a mi izquierda mi cuñado, extranjero de fuera de la Comunidad Europea, le explica al policía que viene junto al marido de su hermana dándole mis datos. "¿Es una persona respetable?", le pregunta el policía, "una gran persona", le contesta mi cuñado, "pues a mí no me parece que sea buena persona". Me llaman a la ventanilla donde atienden a mi cuñado y me vuelven a realizar la misma pregunta. De repente cae el velo de mi mente: año 80, Vallecas, ORT (partido maoísta de la época, sea dicho para los que desconozcan, por cierto, a punto de agonizar en aquellos momentos), manifestación, carreras, detención, traslado a los antiguos calabozos de la plaza del Sol, llamada al gabinete de la abogada camarada Sauquillo. "O sea, que era eso", digo para mis adentros, mientras doy rienda suelta a mi asombro y a mi ira incontenible. ¿Cómo es posible que aquellos que participamos de manera activa en la transición democrática sigamos siendo sospechosos? ¿Qué enseñan a las nuevas generaciones de policías sobre la democracia, su génesis y sobre las personas que poco o mucho participaron en su consecución? ¿Qué se enseña en las escuelas sobre este tema crucial en nuestra reciente historia? ¿Cómo pueden seguir vigentes en los archivos de la policía este tipo de antecedentes? ¿Todavía, para determinados estamentos del Estado, ser de izquierdas es sospechoso de ser mala persona? ¿Qué podemos hacer cuando nos llegan estos atropellos? Si alguno lo sabe que me lo cuente.-
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