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La protesta de los bomberos paraliza el centro y acaba a golpes con la policía

Antonio Jiménez Barca

Un grupo de 200 bomberos de la Comunidad de Madrid organizó ayer una protesta laboral que paralizó el centro de la ciudad durante cuatro horas y acabó a golpes con la policía. Los bomberos encendieron hogueras, cortaron el tráfico en avenidas principales (Gran Vía, Puerta del Sol, Castellana) y acabaron intentando entrar en la sede central del PP, en la calle de Génova. Protestaban por el nuevo modelo de gestión de las urgencias del Gobierno regional. Como consecuencia de los incidentes, tres bomberos, 14 policías y un fotógrafo de prensa resultaron heridos, ninguno de gravedad, aunque una agente está hospitalizada.La protesta comenzó a las once de la mañana en la Puerta del Sol, ante la Casa de Correos, sede de la Presidencia del Gobierno de la Comunidad. Los bomberos, en traje de faena y con cascos, se concentraron para protestar por lo que ellos consideran una merma de sus derechos laborales: la Comunidad, en ese momento, aprobaba transferir las competencias del SERCAM (Servicios de Emergencia de la Comunidad de Madrid), del que formaban parte los bomberos, desde la Consejería de Medio Ambiente a la de Sanidad. A partir de ahora, de este servicio de urgencia no se ocuparán los bomberos, sino un grupo de técnicos sanitarios y médicos. Los manifestantes encendieron una hoguera con tablas encontradas en las cercanías y cortaron el tráfico en la Puerta del Sol durante alrededor de una hora. Un centenar de miembros del Cuerpo Nacional de Policía, con escopetas lanzapelotas, observaron la manifestación, pero no actuaron. Uno de los bomberos lanzó un cóctel mólotov confeccionado con agua fuerte y bolas de aluminio, que hirió levemente a un fotógrafo en un ojo. Desde ahí, se dirigieron a la Gran Vía, dejando la hoguera de Sol encendida y a cargo de un pelotón de barrenderos, que la apagó con una manguera. En la Gran Vía se repitió la escena: una nueva hoguera gigante y cortes de tráfico. Tras 15 minutos, eligieron el siguiente objetivo: la plaza de Cibeles PASA A LA PÁGINA 3

La Delegación del Gobierno expedienta a 30 de los 200 participantes en la protesta callejera

VIENE DE LA PÁGINA 1 Desde Cibeles, donde montaron otra hoguera y volvieron a cortar el tráfico durante media hora en la Castellana, los bomberos se dirigieron a la sede central del PP, en la calle de Génova. Allí, de casualidad, había otra manifestación de jubilados custodiada por una decena de policías. Según el Sindicato Unificado de Policía, (SUP), el mayoritario en el cuerpo, "un grupo de vándalos, al ver el deficiente dispositivo de agentes [que controlaba la manifestación de los jubilados]", se enfrentó a los policías a la carrera. Catorce agentes y tres bomberos resultaron heridos. Una policía, herida de un cabezazo, según el SUP, seguía anoche hospitalizada.

La Delegación del Gobierno en Madrid decidió ayer abrir un expediente a 30 bomberos por alteración del orden público, informa Luis Fernando Durán. "Los bomberos han puesto en peligro la paz pública y por eso se les abre un expediente administrativo y penal", apuntó el delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, que remitió a la fiscalía una denuncia de las agresiones cometidas por los manifestantes. El expediente abierto puede acarrerar multas de hasta medio millón de pesetas si se considera que se han cometido "infracciones graves". El SUP pidió que se investigue esa manifestación y que se expulse del cuerpo de bomberos a los causantes de las agresiones. La reivindicación de los bomberos de la Comunidad, que agrupa a 650 efectivos, se relaciona con la decisión del Gobierno regional de separar de este cuerpo el SERCAM. Los bomberos consideran que han hecho cursillos y que tienen formación suficiente como para seguir ocupándose de este cometido de rescate y no limitarse sólo a apagar fuegos. Además, los bomberos sospechan que detrás de este trasvase de competencias se oculta la intención del Gobierno de Ruiz-Gallardón de privatizar el SERCAM. El presidente regional lo negó: "Ni siquiera se gestionará mediante una empresa semipública, como se hace en otras comunidades autónomas, como la andaluza". Los bomberos también piden más puestos de trabajo y anunciaron que hoy seguirán con la protesta.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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