_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Sobre la explosión racista en El Ejido

Enhorabuena al diario EL PAÍS Andalucia por la defensa del derecho a la vida a ultranza y la defensa de los más desprotegidos. O Cáritas y su atención a los inmigrantes. "La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque yo formo parte de la Humanidad; por tanto, nunca mandes a nadie a preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti" (John Donne). Añadamos a la muerte la xenofobia, el racismo, nazismo, abortismo, la muerte dentro del seno materno donde interviene la voluntad humana y me entristece.Desconfío de los que hablan de justicia pero se olvidan de los débiles. Desconfío de los desconfían en la capacidad humana de crar libertad, riqueza. Pienso en que el saldo es positivo al ver que la inmensa mayoría de los seres humanos están por el derecho a la vida, por el respeto al otro, por los valores, por la educación en valores, por el progreso, por la libertad y eso me llena de esperanza.- Marcos Gutiérrez Sanjuán. Granada.

Cuando el Parlamento se reúne para legislar tiene que hacerlo sobre la realidad que viven los ciudadanos. La realidad, en el caso de la inmigración, es desconocida por los Partidos Políticos y por ello no han aprobado Leyes que pudieran dar respuesta a los problemas que ésta plantea.

Cuando una comarca demanda mano de obra con carácter masivo, hay que proporcionarla de manera ordenada. Si descartamos que vengan todos los miles de parados de la agricultura que hay en la propia provincia, en toda Andalucía y hasta en España hay que abrir las puertas a la inmigración pero de forma regulada.

Se debería haber habilitado una oficina en Marruecos y otros países que ofrezca el trabajo que hay y así vendrán con contrato de trabajo, en medios de transporte seguros, al acabar la campaña pueden volver a su país sabiendo que en la campaña próxima vuelven otra vez y como consecuencia, derecho a la sanidad, a la educación, cotizaciones, alojamientos dignos, integración, etc.

Cuando viene la gente sin control, en exceso, jugándose la vida en el viaje, sin trabajo definido, se pone al agricultor en la dificultad de tener que dar trabajo clandestino al ser ilegales, el inmigrante se queda parado y sin medios cuando no hay trabajo y sin posibilidad de regresar a su país. Las consecuencias las estamos viendo.

El siguiente paso será el nacimiento de un partido político xenófobo que llenará el vacío que los partidos políticos están dejando por no ver lo que los ciudadanos vemos todos los días. Ese día nos lamentaremos de nuevo.- . .

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Si cientos de hombres agraden diariamente en España a cientos de mujeres, nadie grita ¡españoles fuera!. Pero si es un magrebí, es violento: eso significa que todos los moros son unos violentos. Si vemos en la televisión que en el tercer mundo se mata en guerras tribales, decimos: eso solo pasa en los países subdesarrollados. Pero si en El Ejido se lincha públicamente a un representante de la Administración, o si se unen para destrozar propiedades y viviendas de magrebíes, no es por racismo, ni es una bestialidad tan grande como las guerras tribales, sino: todos los moros son unos violentos y se lo merecen.

Mientras, algunos se enriquecen gracias al trabajo de esa gente que por 3.000 pesetas están todo el día debajo de esos invernaderos de frutas exóticas que nosotros comemos todos los días. La fresa, el kiwi o el aguacate que comemos ha sido recolectado por inmigrantes, o sea son las manos de esos que menospreciamos. Xenofobia, racismo, homofóbia, machismo... todo tiene una sola palabra: intolerancia. ¡BASTA YA!

La violencia se ha apoderado de esta sociedad, y por ello de los habitantes de la misma. Un asesino en Valencia nos recuerda los asesinatos múltiples que nos venían de Estados Unidos, pero también una mujer ha perdido la vista por los golpes de un ex-novio, y otra ha muerto asesinada... y siguen las denuncias. ¿Por qué no hacemos algo con esos españolitos violentos?

Si alguien tiene la culpa de esta violencia absurda, es la sociedad entera, este mundo que no educa en la diversidad, en el respeto a todos los modos de vivir, religiones o actitudes. Esta sociedad que no es capaz de mirarse el ombligo y busca culpables fuera de sí, en vez de hacerse un examen de conciencia.

¿Qué podemos hacer para evitar tanta violencia? Mi mas sincero pésame a todas esas personas que han sido y son victimas de esta violencia absurda.- Rosa María Ortega García. Coordinadora de Colegas. Sevilla.

Después de la magnífica actuación de las personas que en El Ejido intentan limpiar su tierra y España de indeseables, se me ocurre sugerirles que, ante la oleada de asesinatos por malos tratos que sufren mujeres de nuestro país, se encarguen también de perseguir con su santa indignación y a base de palos, cadenas, fuego y otras contundencias, a todos los maridos, novios y amantes españoles para así acabar de una vez con todos ellos.- José Luis Guijarro Morales. Cádiz.

Estoy indignada: conozco El Ejido desde hace mas de treinta años. Allí tengo amigos que son maravillosos. Ellos son los primeros que estan indignados por la barbarie que han protagonizado sus propios vecinos. ¡No se escondan los verdaderos demócratas de ese pueblo trabajador y salgan a la calle para limpiar la mala imagen que un puñado de desalmados han dejado en la memoria colectiva de los españoles!. Pilar Huete. Sevilla.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_