La cárcel de Martutene inicia hoy el intercambio de jeringuillas
La prisión guipuzcoana de Martutene inicia hoy el Programa de Intercambio de Jeringuillas (PIJ) con la intención de disminuir los riesgos que supone para la salud de los reclusos consumidores de drogas consumir heroína y cocaína por vía parenteral. Más de la mitad de la población reclusa española tiene problemas de adicción a las drogas y un 20% del total es portador del virus del sida o ha desarrollado la enfermedad, según los datos de Instituciones Penitenciarias. En la actualidad, Martutene cuenta con 264 internos.La cárcel vizcaína de Basauri fue la primera de España en poner en marcha este programa. La experiencia piloto se inició en julio de 1997 y, tras comprobar sus buenos resultados, se ha trasladado a las prisiones de Pamplona, Tenerife y Orense. Así, el centro donostiarra de Martutene será el quinto centro en ofrecer a los reclusos jeringuillas para que se puedan inyectar de manera segura tras el visto bueno recibido de Instituciones Penitenciarias, organismo dependiente del Ministerio del Interior.
A pesar de que está prohibido, el consumo de drogas en el interior de las prisiones es algo habitual, por lo que el proporcionar jeringuillas a los internos toxicómanos intenta prevenir la aparición del sida o de otras enfermedades a este colectivo.
Seguimiento
Los programas de intercambio son desarrollados por el personal sanitario de cada centro y en el caso de Basauri también interviene un equipo externo a la prisión experto en intervención en toxicomanías. El recluso sólo puede disponer de una jeringuilla y debe llevarla siempre en su soporte rígido y con la capucha puesta.
El seguimiento, tanto en Basauri como en Martutene, corresponde a una comisión formada por representantes del Departamento de Trabajo, Justicia y Seguridad Social, de la Consejería de Sanidad, del Plan Nacional sobre el Sida, Instituciones Penitenciarias, el Defensor del Peublo, sindicatos de la cárcel y las organizaciones no gubernamentales que trabajan en este ámbito. La ausencia de conflictos ha caracterizado la presencia legal de jeringuillas en Basauri.
El tipo de cárcel influye a la hora de diseñar el programa. Por ejemplo, el penal vizcaíno cuenta con cerca de 300 internos, lo que, unido a la estructura del recinto, permite que sólo haya un punto de dispensación. Algo similar a lo que ocurre en Martutene. La financiación del nuevo proyecto correrá a cargo del Departamento de Trabajo, que dirige el consejero Sabin Intxaurraga.
La intención de Instituciones Penitenciarias es que las 73 cárceles que hay en España dispongan de un Programa de Intercambio de Jeringuillas. Aunque la situación del consumo de drogas puede ser diferente en cada prisión, Instituciones Penitenciarias pretende establecer unas líneas generales a la hora de poner en marcha el programa en todos los centros.
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