Clinton recibe a una representación de hispanos para contrarrestar el atractivo de Bush entre ese grupo
Bill Clinton, inquieto por el apoyo hispano al gobernador de Tejas y candidato republicano a la presidencia, George Bush, recibió ayer en la Casa Blanca a prominentes líderes de esta comunidad. Este gesto estuvo destinado a recordar los esfuerzos de la pareja política formada por Clinton y Al Gore a favor de la promoción de los hispanos, la minoría de mayor crecimiento en Estados Unidos. En ese acto, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) entregó a Clinton su premio anual. La LULAC dejó claro que su presencia en la Casa Blanca no podía interpretarse como un apoyo a la candidatura presidencial del vicepresidente, Gore. "No estamos diciendo a los hispanos que sigan votando al Partido Demócrata, sólo estamos homenajeando a Clinton por sus actuaciones a favor de nuestra comunidad", declaró el director de la LULAC.
Clinton, que en las elecciones presidenciales de 1996 recibió el 72% de los votos hispanos, está "intrigado", según un portavoz de la Casa Blanca, por el atractivo que Bush parece tener ahora entre ese importante sector del electorado. Una encuesta del Instituto de Política Pública afirma que Bush podría obtener en los comicios presidenciales de noviembre un mínimo del 40% del voto latino. Bush habla español y, en contra de la tradición de su partido, es abierto a la inmigración y el bilingüismo.
En su reunión de ayer con líderes hispanos, Clinton quiso dar un nuevo empujón a la campaña de Gore y recordó que la Casa Blanca demócrata de los últimos siete años ha reducido las cifras de pobreza y desempleo entre los latinos y ha ampliado su incorporación a la educación y la sanidad. Una de sus carteras ministeriales, la de Energía, está ocupada por el hispano Bill Richardson.
Clinton, en esa misma línea, rindió homenaje la pasada semana a Alfred Rasco, un inmigrante mexicano que ganó la medalla de honor por el valor demostrado en la guerra de Vietnam. En una historia de primera página titulada 'El voto latino puede ser clave en 2000', The Washington Post publicó ayer los resultados de una encuesta que afirma que el 44% de los hispanos simpatiza con los demócratas, el 16% con los republicanos y el resto no tiene opinión o es independiente. Pero ese estudio otorga a Bush el 43% de las intenciones de voto de los hispanos y exactamente el mismo porcentaje a Gore.
Renuncia de Trump
Entretanto, el tercer partido en liza, el Reformista, está sumido en el caos. Donald Trump, el promotor inmobiliario neoyorquino, anunció ayer que renuncia a su idea de presentarse a las elecciones presidenciales por esa formación. Trump dijo que no vale la pena gastarse 40 millones de dólares de su fortuna personal en intentar conseguir la candidatura a la Casa Blanca por un partido que "se está autodestruyendo". Jesse Ventura, gobernador de Minnesota y ex jugador de lucha libre, abandonó el Partido Reformista la pasada semana. Ventura, que alentaba las ambiciones políticas de Trump, denunció que la formación, impulsada en los noventa por el millonario Ross Perot, ha caído en manos ultraderechistas y se apresta a designar como candidato a la presidencia al conservador republicano Pat Buchanan.
La siguiente cita del proceso electoral, las primarias republicanas del sábado, enfrentan a cuchillo a Bush y el senador por Arizona y ex preso de guerra en Vietnam John McCain. A fin de evitar la repetición de su derrota en New Hampshire, Bush pasa todo su tiempo en ese Estado y gasta cientos de miles de dólares en anuncios que denuncian a McCain como un "hipócrita" por ir de independiente cuando es "un veterano miembro del establishment" de Washington.
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