Colunga reclama en Madrid un plan de infraestructuras que tome el relevo de 1992

El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Rafael Álvarez Colunga, reclamó ayer en Madrid "un plan de infraestructuras para Andalucía acorde con la Europa moderna", que tome el relevo de las realizadas en 1992. Colunga que pronunció una conferencia en el Club Siglo XXI, culpó al enfrentamiento político de haber dejado "muchos proyectos en el camino, frenado iniciativas y alejado las posibilidades de inversión exterior". Álvarez Colunga dibujó primero un panorama "fascinante" de la situación política y económica de la región, a la que definió como "la gran desconocida económica de nuestro país", para luego apuntar las carencias, repartir culpas y esbozar sus recetas. 360.000 empresas (16.498 nuevas en 1999), un crecimiento en torno al 4% (0,3% más que el nacional y dos puntos más que la UE), un billón de pesetas de exportaciones con un saldo positivo de la balanza comercial y un incremento del empleo constante pese a que la población activa andaluza aumentó entre 1986 y 1996 a un ritmo dos veces superior a la media europea.

Tras afirmar que Andalucía dispone de "una gran estabilidad política y social" y cuenta "con unos sindicatos mayoritarios que han dado pruebas inequívocas de su madurez", el presidente de la patronal andaluza fijó sus objetivos: facilitar la actividad de la iniciativa privada y promover la cultura emprendedora entre los jóvenes.

Para ello, Álvarez Colunga reclamó una administración pública menos burocratizada, una economía más flexible y que no se aumenten los impuestos. Fue entonces cuando culpó a la clase política de haber impedido un mayor desarrollo de la comunidad. "Una de las conclusiones de estos cuatro años pasados es que las relaciones de la clase política en general no han sido las mejores aliadas del desarrollo de Andalucía", dijo.

Además, añadió que la confrontación entre los Gobiernos central y autonómico "ha derivado en consecuencias negativas para el desarrollo económico y social", y lamentó "que el desencuentro permanente sea el único logro posible entre nuestros políticos" y que sus intentos personales por lograr un consenso "se hayan perdido en el desierto". Por último, afirmó que "el empresario es el elemento más progresista de la sociedad", y "un auténtico benefactor social".

Álvarez Colunga reclamó finalmente "un plan de infraestructuras acorde con la Europa moderna con la que competimos", y lamentó que la comunidad aún vive "de los coletazos de la Andalucía del 92".