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Las escuelas de la capital tienen hoy tres veces más niños inmigrantes que en 1996

El número de niños inmigrantes que cursan la enseñanza obligatoria (de 6 a 16 años) en centros de la capital se ha triplicado desde 1996. Ahora son 15.467 frente a los 5.726 de hace cuatro años. En la región hay 24.506 extranjeros escolarizados, de los que, según la Consejería de Educación, sólo un tercio precisan refuerzos lectivos porque no saben castellano o porque en su país pisaron poco las aulas. Para el nuevo curso, la Comunidad aumentará un 70% el profesorado dedicado a tareas de apoyo.

Los profesores de compensatoria no sólo ayudan a los extranjeros que no pueden seguir bien las clases. Atienden a cualquier niño, español o extranjero, que esté retrasado en dos cursos respecto al nivel que le corresponde, sea por desconocer el idioma, por sufrir algún tipo de discapacidad o pertenecer a minorías marginadas.Dar apoyo adecuado a estos chavales es uno de los retos de la enseñanza madrileña, según los sindicatos y las ONG. El otro es conseguir que los niños con necesidades educativas especiales, entre ellos buena parte de los inmigrantes, no se concentren en los centros públicos, para evitar la formación de guetos. El 80% de los hijos de inmigrantes están matriculados en colegios e institutos de secundaria públicos; y sólo un 20%, en concertados.

La directora general de promoción educativa de la Comunidad, María Antonia Casanova, cree que la patronal de la enseñanza privada concertada que recibe dinero público, "mantiene ahora una actitud más abierta para acoger a niños inmigrantes y de otras minorías". Muchos de estos centros se amparan en que tienen las plazas llenas para no acoger a chavales extranjeros que llegan a mitad de curso.

"La realidad madrileña impone la educación intercultural", añade Casanova. Ésta asegura que entre los niños extranjeros apenas hay absentismo, algo que sí ocurre entre los chiquillos gitanos de ambientes marginados.Sin embargo, según CCOO, en Madrid hay 5.000 inmigrantes, la mayoría adolescentes, que no están escolarizados porque, en muchos casos, se dedican a trabajar o a ayudar a sus familias.

Casanova no niega que pueda haber chicos extranjeros en edad escolar que no están matriculados en ningún centro. "Para que eso no ocurra estamos trabajando con los ayuntamientos para elaborar un modelo eficaz de seguimiento del absentismo", añade. "Pero hay situaciones como la de los niños que se casan con 14 años. Encontramos algún caso cuando escolarizamos a los gitanos rumanos de Malmea (Fuencarral) y es complicado obligar a ir a clase a un chico al que en su comunidad se le considera ya un adulto".

El 63% de los inmigrantes escolarizados en la región acuden a colegios de la capital. Esa concentración no es extraña, ya que el 58% de los 151.064 extranjeros no comunitarios empadronados en la comunidad viven en el municipio de Madrid. Son los colegios públicos de Lavapiés, Rastro, Malasaña, Tetúan o el barrio del Pilar los que tienen más escolares de otros países. En algunos, el 65 o 70% de los alumnos son marroquíes, latinoamericanos o chinos.

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En el corredor del Henares hay escolarizados un 6% (1.567) de los niños extranjeros; en el sur metropolitano (Parla, Alcorcón, Móstoles...) un 14% (3.648); en la zona oeste un 3% (868) y en la corona norte un 2% (572).

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