Vergüenza y tristeza
Decir que siento una gran vergüenza y tristeza por los hechos ocurridos en la comarca del Poniente almeriense no servirá de mucho si entre todos no hacemos un ejercicio de autocrítica e intentamos poner los medios para que esos actos no se repitan. ¿Por qué los cobardes-violentos han triunfado de nuevo? Que los habitantes de Almería estemos indignados por los tres inexplicables asesinatos ocurridos en dos semanas, los continuos robos y el miedo que ello produce en la población, ¿legitima acaso a esos grupos a atacar a la comunidad magrebí en sus personas y sus bienes, a incendiar los locales de la Asociación de Mujeres Progresistas y de Almería Acoge? Y qué me dicen del intento de linchamiento al subdelegado del Gobierno, un hombre solo cuya misión era apaciguar los ánimos. ¿Por qué, según hemos visto en las imágenes, nadie intentó impedirlo?La mayoría de los habitantes de las zonas almerienses donde hay fuerza de trabajo magrebí y norteafricana somos gente pacífica y no racista. Entonces, ¿por qué ha triunfado la impasividad y la violencia en la zona del Poniente?
Las zonas agrícolas de Almería, y especialmente la zona del Poniente, han pasado en poco más de diez años de no tener inmigrantes a tener una de las concentraciones más altas de inmigrantes jóvenes, varones y solteros, es decir, sin una familia que posibilite su arraigo social. Paralelamente
al desarrollo económico de la zona y a la llegada de inmigrantes, ha aumentado la inseguridad ciudadana en unas poblaciones en las que hasta hace poco se vivía en una gran tranquilidad. Desgraciadamente, es un hecho que parte de los robos que se suceden en la zona y los tres últimos asesinatos han sido cometidos por inmigrantes de origen magrebí. Desgraciadamente, es un hecho que muchas mujeres sentimos miedo al pasar delante de esos grupos de jóvenes inmigrantes, no porque sean inmigrantes, sino porque son grupos de hombres jóvenes.Pero si queremos vivir en paz no podemos vivir de miedos y aceptar la violencia de ningún tipo. Tenemos un reto muy difícil por delante, y todos, ciudadanos de a pie, vecinos e inmigrantes, tenemos la obligación de mejorar la convivencia entre todos.
Hay que tomar medidas urgentes para fomentar la confianza entre la comunidad local y la inmigrante y facilitar el conocimiento de las distintas culturas y la integración social. Pero también hay que decir "no" con contundencia a la violencia y a los cobardes-violentos y castigar sus actos, ya que, aunque éstos sean una minoría, será muy difícil conseguir que cambien de mentalidad.
En cuanto a la inmigración, y paralelamente a las medidas de integración social, hace falta tomar medidas para controlarla y una vigilancia atenta de los servicios de asistencia social para localizar e internar a inmigrantes con desórdenes de personalidad que puedan producir actos tan tristes como los acontecidos.- . , Almería.
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