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PP y PSE derrotan por primera vez al PNV en una votación de la Caja Vital

Representantes del Partido Popular y del PSE-EE asomaron ayer por primera vez en todos los órganos de dirección de la Caja Vital. En una asamblea extraordinaria, se consumó el golpe de mano que han pactado para excluir a los demás partidos en los 22 delegados que envían el Ayuntamiento de Vitoria y las Juntas Generales. La candidatura, al ser única, no tenía alternativa. Salieron elegidos con un amplio respaldo, más de 40 votos, en una reunión que agrupó a 84 de los 100 asambleístas de la Caja.Sin embargo, durante el acto se dio una votación sorprendente. Para cubrir una vacante en la comisión de control se presentaron dos candidatos procedentes de La Rioja Alavesa, uno nacionalista y otro del PP. Por primera vez, el PNV perdió una votación, y además por un margen considerable (39 a 29). La interpretación del resultado fue dispar. Mientras entre los socialistas y populares lo consideraron "muy indicativo" de la nueva correlación de fuerzas dentro de la entidad, el PNV le restó importancia y aclaró que, en realidad, esos nombramientos caducan el 30 de marzo, cuando se celebren las elecciones internas en la Vital y que será entonces cuando se desate la verdadera pugna por el control de la entidad.

Pese a que han entrado de la mano en los órganos de dirección, el PP y el PSE escenificaron ayer sus diferencias. Los socialistas anunciaron que su primera actuación dentro del consejo de administración consistirá en pedir cuentas sobre un polígono en el barrio de Lakua donde la Caja Vital está construyendo más de mil viviendas. El portavoz municipal del PSE, Jesús Loza, tiene "datos" y "nombres" que respaldan su sospecha de que "los pisos tasados no se están vendiendo a 25 millones, según el convenio firmado con el Ayuntamiento, sino a 31, 32 y, los primeros de todos, a 29".

El alcalde, Alfonso Alonso, del PP, rebajó el tono de las acusaciones y afirmó que sólo dispone de "rumores". Por tanto, no quiso dudar de la actuación de la Caja Vital. No obstante, para garantizar la transparencia de la operación, instó al Gobierno vasco a que cumpla su deber de velar por la legalidad de la transmisión de los pisos tasados. "Le tengo que recordar [al consejero Patxi Ormazabal] que vigile". Alonso calificó a los socialistas de "irresponsables" por lanzar sospechas. Estos replicaron que no desprestigian a la entidad, sino que sólo buscan comprobar si "sus responsables se han equivocado".

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