De interina a opositora

Respuesta a la carta de Fátima Zurita, publicada el 2 de febreo. Querida colega: llevo l6 años de mi vida siendo opositora, con mucho más suerte que tú porque sí tengo trabajo. De él he aprendido todo lo que hoy sé sobre la profesión de enseñante. Mi alumnado me enriquece y estimula a seguir estudiando. Sus fracasos y sus éxitos son también los míos. Por ello, me obligo a estar preparada día a día para atenderles. Ellos siempre tienen la misma edad y yo sin embargo cada curso que pasa cumplo un año más. Por eso, el esfuerzo de adaptación cuesta. Soy profesora interina porque al igual que el resto de este colectivo, entramos en una bolsa de trabajo basada en un concurso de méritos donde prima junto con la experiencia, el haber aprobado un examen de oposiciòn (he pasado 4 ejercicios, en distintos años). Nadie nos ha regalado nada. Las plazas fueron exiguas pero con un ejercicio apto entramos a trabajar.Hoy pedimos la moratoria de oposiciones hasta un nuevo sistema de acceso porque las reglas del juego no son justas. Nos ha costado mucho entrar, no hemos sido elegidos a dedo ni somos usurpadores laborales, nadie le quita el trabajo a nadie. Te deseo mucha suerte, lamento tu situación lo mismo que la del resto de españoles y españolas que también lo están. Ah! y espero que apruebes algún examen de oposición, porque si lo hubieras logrado en estos 10 últimos años, tal como dices en tu carta, hoy serias profesora interina igual que yo.- . .