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Medio Ambiente le aprueba a Fomento con 13 condiciones el tramo noreste de la M-50

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La M-50 ya tiene vía libre para su tramo noreste de 18 kilómetros entre la N-I y la N-II. El Ministerio de Medio Ambiente hizo pública el martes la declaración de impacto ambiental por la que deberá regirse Fomento para ejecutar su proyecto, cuyas obras salen ahora a concurso. El estudio de Medio Ambiente hace hincapié en la "afección significativa e ineludible" que la carretera supondrá para el entorno, y establece una lista de 13 "condiciones" para empezar las obras. El objetivo es preservar la flora, la fauna y el patrimonio en una zona de gran riqueza ecológica.

El informe de Medio Ambiente, hecho público tras consultar con varias asociaciones ecologistas y ayuntamientos de la zona, da el visto bueno a la construcción de la carretera de circunvalación M-50 en el tramo noreste, entre la N-I y la N-II, recomendando como "el menos desfavorable" uno de los trazados (véase gráfico), que discurre entre San Fernando de Henares y Torrejón de Ardoz. Aun así, el impacto sobre la flora y fauna de la zona será "ineludible", y para ello Medio Ambiente ha impuesto 13 "condiciones" para garantizar la protección de las avutardas y preservar los yacimientos arqueológicos en Paracuellos, además de proteger a ranas, conejos y la vegetación de ribera.

Para que se cumplan todas las condiciones de Medio Ambiente, Fomento cree que es posible que haya que incrementar el presupuesto inicial de 22.000 millones de pesetas fijado para construir los 18 kilómetros de vía en este subtramo de la M-50. La obra será financiada por las empresas que han conseguido la concesión y explotación de la nueva autopista de peaje R-2, que discurrirá paralela a la carretera Madrid-Barcelona.

"El informe de Medio Ambiente establece un montón de condiciones, y de gran envergadura, al plan inicial. Pero ya se verá lo que queda de todo eso. Estos estudios, aunque son de cumplimiento obligatorio, están pensados para dar vía libre a planes de altísimo impacto ambiental y que luego no cumplen ni la mitad de lo ordenado", dice Carlota Viada, de la Sociedad Española de Ornitología (SEO).

Las avutardas serán el primer obstáculo que encuentre la futura carretera. Estas aves de gran envergadura (230 centímetros con las alas desplegadas), de las que existen unos 700 ejemplares en la región, han constituido al sur de Cobeña "uno de sus núcleos de residencia más importantes en la región de Madrid", según la SEO. Para protegerlas, Medio Ambiente prohibe en sus inmediaciones cualquier camino de obra, restringe la circulación de maquinaria, pone condiciones al levantamiento de tendidos eléctricos y exige como "objetivo prioritario" el enterramiento de los cables de alta tensión que discurren entre San Sebastián de los Reyes y Meco, "dada la elevada y comprobada mortandad de avutardas [por electrocución] que están provocando". Las obras deberán parar en la zona de mayor concentración de aves durante el periodo de apareamiento (de marzo a agosto, ambos inclusive).

Pero también conejos, erizos, ranas e incluso zorros tienen un hueco en el informe medioambiental. Las distintas especies que habitan en el entorno se beneficiarán del sistema de drenaje que Fomento deberá incluir en la construcción de la M-50, como es habitual en este tipo de obras: grandes tubos subterráneos por los que los animales puedan cruzar la vía "sin riesgo a ser atropellados" y que eviten que, a largo plazo, queden atrapados en pequeños ámbitos delimitados por las diferentes carreteras.

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La protección de las cuencas de los ríos Jarama y Henares, propuestas por el Gobierno regional como "Lugar de Importancia Comunitaria" (LIC), la elaboración de estudios de contaminación acústica y el mantenimiento de las cañadas son otras "medidas correctoras" recogidas en el informe. Por último, el ministerio de Medio Ambiente advierte de que la M-50 "afectará inevitablemente" a la zona arqueológica de Paracuellos I, y propone, en caso necesario, proceder a la excavación y levantamiento de los yacimientos en coordinación con la Comunidad.

Cuando dentro de unos meses Fomento inicie la construcción de la nueva carretera, una pequeña legión de avutardas, erizos, liebres y lagartijas habrán empezado también su particular lucha contra la tecnología humana, avaladas, al menos sobre el papel, por el informe de Medio Ambiente. Toda una guía de "protección de la Naturaleza" para apenas 18 kilómetros de vía. "Siempre es así con estas cosas", dicen desde Fomento.

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