Información privilegiada
Foster Winans, un periodista que había trabajado para el Wall Street Journal, fue despedido del periódico y condenado a 18 meses de cárcel en Estados Unidos en 1985, junto con un corredor de Bolsa y un ex conserje del diario, por haberse lucrado comprando y vendiendo acciones, basándose en información privilegiada.Salvo este caso sonado, no son muchos los antecedentes de situaciones como las que salen ahora a la luz en el Reino Unido. Lo que existe es una serie de recomendaciones deontológicas. El diario económico italiano Il Sole 24 Ore prohíbe a sus periodistas adquirir o vender acciones que constituyan el argumento de artículos suyos, salvo permiso de su director. La Asociación Española de Periodistas de Información Económica autoriza a los informadores a operar en el mercado "siempre que no utilicen al efecto información confidencial o reservada que, por su trabajo profesional, hayan obtenido". El código del Col·legi de Periodistes de Catalunya menciona el principio genérico de "no utilizar nunca en beneficio propio informaciones privilegiadas".