Segura, el vertedero río abajo

"La gente tira basura al río porque ve que el agua está sucia". Así, como una pescadilla que se muerde la cola, aprecia el problema de la contaminación del Segura el presidente de la Confederación Hidrográfica, Antonio Nieto. "Aquí hay un problema cultural", proclama, porque "es cierto que la calidad del agua se puede resolver con inversiones, pero también existe un problema de malas costumbres de la gente del que tiene que empezar a preocuparnos".Las barreras que en Guardamar del Segura retienen los residuos que bajan del río antes de que éstos alcancen el mar, son una caja de sorpresas: perros muertos, muebles, electrodomésticos y "hasta un ataúd", resalta José García, gerente de la empresa encargada de retirar los despojos en la desembocadura del río.

La extracción de residuos se realiza a diario para evitar que las inmundicias lleguen a las playas de Guardamar. Unos 1.200 metros cúbicos de basuras se recogen al año, según García.

El alcalde de Guardamar, Francisco García, sostiene que mucha gente emplea como vertedero el cauce y las acequias que mueren en él. "Estamos ante un problema de falta de sensibilidad y de poco respeto con el medio ambiente", subraya el alcalde.

Un informe de la Confederación del Segura concluye que todos los esfuerzos que se realizan para mejorar el entorno que rodea al Segura "son infructuosos si no van acompañados de una verdadera concienciación social de la población".

La comisión Pro-Río de Orihuela, plataforma cívica que lucha por la descontaminación del Segura, dio ayer a conocer un estudio técnico de conclusiones alarmantes: "Las aguas del Segura no son aptas para ningún uso". Elaborado por una bióloga ambiental bajo la firma del laboratorio murciano Lima, SL, el análisis muestra unos valores "superiores a los límites legales para la práctica totalidad de los parámetros utilizados". Según este informe, el Segura soporta unos niveles de amonio que superan en un 700% a los valores permitidos. En detergentes el porcentaje se dispara hasta un 1.700% y en coliformes fecales se registra un 74% por encima de lo legalmente admitido.

Para el portavoz de Pro-Río, José Antonio Muñoz Grau, la Administración "no está por reconocer la situación, y a nosotros nos acusan de alarmistas". Si tan seguros están de que la contaminación no incide en la salud de las personas, "tendrán que explicar por qué la Diputación de Alicante paralizó el proceso de investigación que perseguía demostrar si en La Vega Baja se puede vivir sin riesgos de contraer enfermedades por la contaminación del río", añade. El informe se presentará como prueba en el proceso judicial abierto por un juzgado de Murcia.