Campus paralizado
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) permanecía paralizada desde el 20 de abril por una huelga que comenzó para protestar por el aumento de matrículas de unos simbólicos 20 centavos de dólar (33 pesetas) a 120 dólares anuales (20.000). El rectorado retiró el aumento, pero los estudiantes plantearon otras demandas. Gratuidad total, ingreso automático en la universidad y, fundamentalmente, la exigencia de que los cambios en la UNAM debían ser liderados por los estudiantes. El rector, Juan Ramón de la Fuente, convocó a una consulta en la que participaron 180.000 de los 340.000 miembros de la universidad, integrada por 270.000 alumnos y 70.000 profesores, investigadores y empleados. Casi el 90% reclamó la reanudación de las clases. El Consejo General de Huelga (CGH), tomado por el radicalismo, ignoró los resultados. El martes, un grupo de antihuelguistas intentó recuperar a la fuerza una escuela y fue rechazado a palos. Fueron detenidas más de 200 personas y la huelga entró en una fase que el Gobierno no estaba dispuesto a tolerar: las movilizaciones por la liberación de los detenidos.
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