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Crítica:ROCK
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Muchos años después...

Marcado por un mal sonido general tanto como por la veteranía de los participantes, el festival leganense terminó dejando bastante que desear. Abrió la tarde Topo, reaparecido grupo madrileño cuyos orígenes datan de finales de los setenta. La solvencia de los músicos liderados por el bajista José Luis Jiménez y el guitarrista Lele Laina terminó por convencer a una afición que iba entrando en el recinto casi a la par. El repertorio se conexionó con el de la banda hermana Asfalto por la vía de Rocinante o Días de escuela.Barón Rojo casi reeditó el triunfo de hace algunos meses en este mismo recinto. Faltó simplemente que el sonido tuviera algo más de definición. Por lo demás, la recuperación de su mejor material en el doble Cueste lo que cueste ha beneficiado en mucho la moral de la banda comandada por los hermanos De Castro. Cuando los barones concentran y seleccionan su cancionero en este tipo de festivales son indudablemente más eficaces que cuando se empeñan en recordar no sólo todo su catálogo, sino además los consabidos homenajes a AC/DC, Led Zeppelin o Deep Purple. Es decir, a mayor concisión (con hora y media tienen todas las bazas para ganar), mayor eficacia.

Barón Rojo, Ten Years After y otros Topo

Barón Rojo. The Snakes. Los Suaves.Ten Years After. Plaza de toros La Cubierta, de Leganés. Precio: 3.500 pesetas. Madrid, 5 de febrero.

Viejas glorias

El regreso de viejas glorias a los escenarios es una constante del rock de las últimas temporadas. Dependiendo de los casos, se hace de manera más o menos ética. El caso de The Snakes no es precisamente el más ejemplar, ya que aprovecha sin remilgos hasta los restos de leyendas del pasado. Cogido por los pelos, The Snakes se autotitula heredero del mejor Whitesnake, el que fundía como pocos el hard rock y el blues. La banda puede presumir de contar con la excelente pareja guitarrera de Mickey Moody y Bernie Marsden, que rentabilizan mejor la vieja cosecha que la banda de blues que mantenían a medias. También está presente el prestigioso bajista Neil Murray. Evidentemente, el fundador del invento, el vocalista David Coverdale, no debe ver esta aventura con buenos ojos. Fuera de estas consideraciones, The Sankes brindó buen espectáculo, con el cantante Robert Hart cumpliendo su papel y aprovechando resquicios para introducir canciones de Bad Company y Rainbow.

Un normalmente arrebatador concierto de Los Suaves quedó convertido en una bacanal de ruido. El grupo gallego sufrió como mínimo una penosa sonorización de esa bóveda insufrible que es La Cubierta cuando está techada. Fue seguramente el peor concierto que Los Suaves han ofrecido por Madrid, aunque fuera por culpa de las circunstancias. Por destacar algo, diremos que Yosi mostró una actitud más profesional y centrada, y que la deslucida actuación fue la última de su guitarrista rítmico Moncho Costoya, miembro fundador de la banda.

A eso de las dos de la madrugada, buena parte de los espectadores eludió la aparición en escena de la tercera reencarnación de la veteranísima banda británica Ten Years After. Hace treinta veranos que el guitarrista Alvin Lee y compañía asombraron en el original y mitificado festival de Woodstock. En esta nueva reunión, los de Nottingham han recuperado gran parte de su primigenio repertorio, basado en eso que en su día se llamó blues progresivo. El cuarteto, que jamás cambió de componentes, terminó con Going home, la pieza que hizo legendaria la digitación de su cabeza de filas hace la friolera de tres décadas.

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