Las inundaciones de Venezuela afectaron a 600.000 personas

En 15 días cayó sobre Venezuela tanta lluvia como en todo un año. Y se llevó por delante todo lo que encontró a su paso: vidas, escuelas, viviendas e infraestructuras. Venezuela quedó arrasada. Una desolación que, según un informe de Cruz Roja publicado recientemente acerca del desastre natural que comenzó el pasado 15 de diciembre en este país latinoamericano, produjo alrededor de 600.000 damnificados en un país de 24 millones de habitantes. Cifras no oficiales elevan a 30.000 el número de muertos. Y las lluvias, aunque con menor intensidad, continúan.Si los datos humanos son estremecedores, también lo son los económicos. El Gobierno de Hugo Chávez ha reconocido que necesita unos 20.000 millones de dólares (en torno a 3,2 billones de pesetas) para que las zonas afectadas por las lluvias vuelvan al estado en que se encontraban antes del diluvio. Y tardará. Según los cálculos de las organizaciones humanitarias, la reconstrucción acabará, como pronto, en abril del año 2001. Por cada día de destrucción se necesitarán, al menos, unos 32 días de reconstrucción.

Y es que el paisaje venezolano se ha visto agitado de consideración. Allí donde vivía gente, ahora hay escombros y barrizales: 80.000 personas fueron evacuadas gracias a los helicópteros, las lanchas y las motocicletas, según datos de oficiales del Ejecutivo venezolano que recoge el documento de la organización humanitaria española.

De acuerdo con estos cálculos, las viviendas destruidas totalmente ascienden a 64.707, y los hogares afectados, a 23.200. Pero las cifras no están cerradas. Según Cruz Roja, el Gobierno venezolano continúa censando familias afectadas.

De momento, a fines de enero, 114.388 personas vivían en 326 albergues militares, y 5.944 permanecían bajo la categoría de desaparecidas.

La zona más afectada por las inundaciones es el Estado de Vargas, situado al noroeste de Caracas y que alberga los principales aeropuertos y puertos del país. Según la entidad humanitaria española, esta región presenta un considerable grado de contaminación por productos químicos tóxicos procedentes de los contenedores colocados cerca del puerto.