Fuertes críticas a las políticas de "algunos" socios europeos

El presidente del Gobierno, José María Aznar, critica en una entrevista publicada ayer en International Herald Tribune las políticas económicas intervencionistas de "algunos" de sus socios europeos y las califica de anacrónicas. En sus declaraciones, en Davos (Suiza), donde participó en el Foro Económico Mundial, Aznar afirma que algunos países de la UE adoptan medidas de esa naturaleza porque tienen "miedo al futuro". Son políticas, dice, que conducen a impuestos más altos y más desempleo y a un crecimiento económico más lento, los mismos males a los que, en su criterio, llevaría un Gobierno PSOE-IU: "Se produciría un verdadero riesgo para nuestra estabilidad económica". "Ése no es el mundo del futuro, que tiene que ser abierto a la competencia y la revolución tecnológica", precisa Aznar, quien apostilla que "el socialismo pertenece al pasado".

Aunque elude criticar al canciller de Alemania, Gerhard Schröder, por su intervención para salvar a la constructora Philipp Holzmann y su mediación en la operación en torno a la compañía Mannesmann, Aznar enfatiza que hay que "continuar en la vía hacia un mercado abierto y la liberalización de los mercados".

La semana laboral de 35 horas en Francia e Italia sí es especialmente criticada por Aznar, por haber "introducido una rigidez innecesaria en el mercado laboral". "La flexibilidad por parte de las compañías y los trabajadores en términos de horarios laborales es muy importante", dice, y añade que, a su juicio, establecer tal semana laboral por ley es "equivocado".

En el frente político, el presidente admite que está preocupado por el poder abrumador de Estados Unidos, pero no coincide con el socialista Lionel Jospin en sus temores sobre la hegemonía norteamericana. La mejor manera de conseguir una relación sólida con ese país, sostiene, es construir una Europa económicamente poderosa.