Brizuela novela la colonización de los ingleses en Argentina
El argentino Leopoldo Brizuela, de 36 años, fue uno de los triunfadores de la pasada Feria del Libro de Francfort con la novela Inglaterra, que ahora edita Alfaguara. Contento de encontrarse en el país de Cervantes, Brizuela presenta esta semana en España esta fábula con la que ganó en su país el prestigioso Premio Clarín de Novela 1999. Y que el escritor dedicó a las mujeres de la Plaza de Mayo. A esas luchadoras, que ya pasan los sesenta años y que no pudieron aprender a escribir, les imparte un taller de escritura. Para que desde la libertad que les da su condición narren con su voz el horror vivido en Argentina durante la dictadura militar.
Con voz propia ("la historia de Latinoamérica siempre ha sido contada por otros"), este escritor y poeta, cuenta en Inglaterra la historia de la colonización británica en Argentina a principios de siglo. Esa historia de aniquilación de los indios, enmascarada tras el disfraz de una misión ("las misiones fueron la avanzada del exterminio que vino después", dice), y que los narradores ingleses ocultaron. Brizuela muestra su fidelidad a Joseph Conrad y sus historias de marineros. Pero se pregunta dónde están las mujeres y los hijos de esos hombres que se echaban a la mar. "Eso es lo que trato de contar entre líneas. La historia de esos personajes que fueron al confín del mundo preguntándose qué iban a hacer allí, si difundir la palabra como instrumento de liberación o de dominación", decía ayer.
Inglaterra, que ha sido traducido a doce idiomas, recrea una "historia divertida" de una compañía de cómicos británicos que viajan a América en barco en el siglo XIX y recalan después en Ushuaia (Patagonia), donde representan, poco antes del estallido de la II Guerra Mundial, La tempestad, de Shakespeare. "Es también una metáfora de la otra generación que nos precede", según el autor.
La idea de Inglaterra, en la que rinde homenaje a la tradición literaria, desde Shakespeare a Borges, surgió de un relato que escuchó de niño a García Márquez. Contaba el Nobel que tras un huracán vio cómo los marineros pescaban jirafas y elefantes. "Una imagen para que Europa comprenda la dimensión latinoamericana".
