IU vasca abandona el foro de Lizarra y aboga por una mesa sin exclusiones

La dirección de Ezker Batua (IU vasca) planteó anoche al consejo político de la coalición de izquierdas en Euskadi el abandono del Pacto de Lizarra, dado que los grupos políticos, sindicales y sociales presentes en él no se han reunido para condenar sin paliativos el nuevo asesinato de ETA. Herri Batasuna y el PNV han indicado esta semana que ese foro no está para realizar condenas. A su vez, EA e IU creen básico denunciar que los terroristas se colocan con sus atentados fuera del espíritu de Lizarra.

En consonancia con lo aprobado en la V Asamblea General, celebrada en diciembre, el coordinador general de IU en Euskadi, Javier Madrazo, defendió ayer ante el máximo órgano de la coalición entre congresos la imposibilidad de permanecer en un foro en el que se aboga exclusivamente por las vías democráticas para la consecución de objetivos políticos y se indica expresamente que la fase resolutoria tendrá lugar "en unas condiciones de ausencia permanente de todas las expresiones de violencia". Algo que también volvió a defender ayer el secretario general de EA, Gorka Knörr.De hecho, el sector de Madrazo tuvo que emplearse a fondo para arrancar de los asistentes a la Asamblea un respaldo a su decisión de no abandonar automáticamente el foro. En la resolución aprobada entonces, IU limitó su participación en el foro a "restablecer el silencio de ETA como condición para seguir avanzando hacia la paz". Para entonces, la Presidencia federal ya había votado a favor de abandonar Lizarra definitivamente y desde Madrid se exigía a Madrazo que obrara en consecuencia.

Pero los dirigentes de Ezker Batua aguantaron el envite y, dada la proximidad de la Asamblea General, trasladaron la decisión final a su propio congreso. En el mismo, el sector crítico, encabezadp por el Partido Comunista (EPK), defendió la salida de IU de Lizarra sin esperar a que ETA consumara el fin de su tregua. Desde que la banda terrorista la dio por terminada, el pasado 3 de diciembre, Madrazo venía reiterando que, si sus firmantes no se desmarcaban y rechazaban sin ambages la reaparición terrorista, el Acuerdo de Lizarra habría "dejado de existir", convirtiéndose en la primera víctima política del retorno de las armas.

El debate del Consejo Político, que comenzó a las ocho de la tarde y continuaba al cierre de esta edición, evidenció que buena parte del sector mayoritario, que lidera Madrazo -a excepción de la corriente Ekaitza y de algunos comunistas guipuzcoanos- y del bloque que controlan los comunistas -el secretario general del EPK, Iván Álvarez, y la candidata alternativa, Amaia Martínez- abogaban abiertamente por abandonar Lizarra. De los 70 miembros del Consejo Político, el sector crítico controlaba 31 y la postura de Madrazo era defendida por todo su sector menos el de la corriente Ekaitza.

Portavoces de Ekaitza criticaron duramente en la reunión la cerrazón y el "inmovilismo" del PP y de los socialistas durante los meses que duró la tregua y recordaron que Lizarra no es un foro, sino un "instrumento o método para resolver el conflicto violento". Pese a saberse minoritario, este sector defendió que IU "congelara" su participación en el mismo.

Junto a esta apuesta por abandonar el Pacto de Lizarra, Madrazo defendió la necesidad de apostar por una mesa de partidos sin exclusiones, sin condiciones previas y abierta a la discusión de todos los aspectos relacionados con la pacificación. Éste ha sido el empeño del lehendakari, Juan José Ibarretxe, desde que llegó a Ajuria Enea, hace ahora 13 meses, objetivo que ha quedado varado en el panorama político ante la abierta oposición de formaciones como el PP y el PSOE. La mesa de partidos concitó un apoyo unánime en la reunión de ayer.

Otro de los aspectos que debía dilucidar el Consejo Político de Ezker Batua era qué hacer con el mandato de la Asamblea de efectuar un referéndum sobre la participación o no en Lizarra, aunque presumiblemente ya no se celebrará.