Ruiz-Gallardón estudia un parque natural sobre el Jarama que bloquearía la ampliación de Barajas
Las tranquilas aguas del río Jarama amenazan el crecimiento del aeropuerto de Barajas. El Ejecutivo de Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, estudia desde el pasado verano crear un gran parque natural de casi 30 kilómetros a lo largo del cauce del Jarama. Precisamente sobre las riberas del Jarama, a su paso por Paracuellos, el Ministerio de Fomento proyecta levantar las dos nuevas pistas de la ampliación del aeropuerto de Barajas. De aprobarse el parque regional que pergeña la Comunidad, peligra la ampliación que pretende el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado.
La nueva zona natural que estudia el Gobierno regional comprendería las riberas de este afluente del Tajo entre los términos municipales de Torremocha del Jarama y San Fernando de Henares. Pero en mitad de este tramo, a la altura del término de Paracuellos, el Ministerio de Fomento quiere construir dos pistas del aeropuerto. De hecho, ha pedido permiso a la Confederación Hidrográfica del Tajo para variar el cauce con el fin de dejar sitio a las nuevas construcciones. Sin embargo, la protección del río que planea ahora el Gobierno regional dificultaría -cuando no impediría- las obras de ampliación del aeropuerto. El consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, reconoció ayer que una comisión formada por técnicos de la Consejería de Obras Públicas, Transporte y Urbanismo y los de Medio Ambiente trabaja desde el verano pasado en la elaboración de un Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Jarama Medio. Este plan es la herramienta legal que limitará las actividades que se pueden llevar a cabo en la futura zona protegida y que precede siempre a las declaraciones oficiales de los parques naturales, que sólo pueden ser aprobadas por la Asamblea de Madrid. A pesar de ello, Mayor Oreja niega que entre las prioridades del Ejecutivo regional esté la creación del citado parque. "Sólo estamos estudiando la posibilidad de elaborar el plan de ordenación", señaló.
Pero el consejero de Obras Públicas y vicepresidente del Gobierno regional, Luis Eduardo Cortés, sacó a licitación el pasado 30 de junio, a través del Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma de Madrid, un concurso de consultoría y asistencia técnica para un "estudio de delimitación y caracterización del Parque del Jarama Norte". Cortés manifestó ayer que ese estudio, con un importe de 1,7 millones de pesetas, "es uno de tantos" que pasará, "cuando esté acabado", a ser parte del "patrimonio documental de la Comunidad". Negó también que el Gobierno pretenda crear el citado parque regional.
Problema grave
El portavoz de Medio Ambiente de IU, Julio Setién, presentará en los próximos días una proposición no de ley que reclama que el cauce del Jarama entre Torremocha y San Fernando sea declarado parque regional. "Sé que el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón trabaja en el mismo sentido, pero se enfrenta a un grave problema político: el aeropuerto de Barajas".
Según Setién, Ruiz-Gallardón intenta bloquear con este futuro parque regional el crecimiento aeroportuario diseñado por el Ministerio de Fomento. "Es un nuevo enfrentamiento entre los dos gobiernos del mismo partido. En el momento que Ruiz-Gallardón declare el parque o apruebe el plan de ordenación, las obras de ampliación de Barajas no podrán llevarse a cabo. Tendría que ser el Consejo de Ministros el que las declare de urgencia para poder realizarlas", destacó el parlamentario.
Setién, que reconoce que él ha presentado la proposición no de ley para "impedir el Gran Barajas", destaca que la protección del río es "urgente". "No se puede perder una de las zonas naturales más valiosas de la Comunidad y sustituirla por grandes bloques de hormigón armado y asfalto", destaca.
El Jarama es el más caudaloso de la región. Su tramo alto, desde su nacimiento en Montejo de la Sierra hasta el término de Torremocha, presenta un excelente grado de conservación. En esta zona, el río está protegido con diversa normativa legal. Sus aguas, en el tramo alto, cruzan el hayedo de Montejo, bosque considerado "joya natural de la Comunidad". Por contra, el tramo medio, que abarca desde el embalse de El Vado hasta la confluencia con el Henares, discurre por terrenos dedicados a la actividad agrícola y forestal y por diversas zonas próximas a cascos urbanos. Sus aguas descienden así progresivamente desde los valles encajonados de la sierra hasta una llanura de inundación cada vez más amplia, con grandes acumulaciones de gravas.
Cuarta pista
"En este terreno", según Setién, "se acumulan fenómenos de degradación que alteran su hidrología y ecología". Entre estos factores, el diputado de IU enumera la extracción abusiva de los acuíferos, la destrucción de la ribera por explotaciones agrícolas, el impacto de las graveras, los vertidos industriales, las carreteras y el "impacto de las actividades del aeropuerto de Barajas, que amenaza con convertirse en factor de destrucción del cauce y sus riberas, de llevarse a cabo la temida construcción de la cuarta pista".
Para el diputado de Izquierda Unida, a pesar de estas agresiones, "el tramo sigue teniendo indudables valores ecológicos, ligados a la calidad del agua, así como a la persistencia de un importante bosque de ribera, que constituyen un hábitat idóneo para especies protegidas, como la nutria y diversas rapaces, así como anátidas".
El grupo de IU, en su proposición no de ley, insta al Consejo de Gobierno a la aprobación, en el plazo máximo de un año, del Plan de Ordenación de Recursos Naturales del Curso Medio del Jarama, que es el paso previo a la consiguiente declaración como parque regional.
IU quiere que la zona natural incluya, además del cauce del río, los montes de utilidad pública colindantes. En una ampliación posterior el parque se uniría con la zona de especial protección para las aves (Zepa) de las estepas ceralistas de los ríos Jaramas y Henares, área bajo la tutela directa de la Unión Europea. El Gobierno regional, según la propuesta de IU, quedaría obligado a elaborar un plan de restauración ambiental del bosque de ribera asociado al río. Sobre él, lógicamente, tendrían difícil cabida las nuevas pistas de Barajas.
Un mar de graveras
El Jarama es un río acosado por las explotaciones mineras. Las enormes cantidades de arena que acumulan sus orillas le hacen objeto de deseo de las empresas especializadas en la explotación de grava. Por ello, los enfrentamientos entre conservacionistas y graveras han sido continuos en los últimos años.La Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, adjudicó en 1996 la extracción de áridos en 150 de los 210 kilómetros del río para aumentar su cauce y prevenir riadas. Recordó que el Jarama tenía en ese momento cuatro veces menos capacidad que en 1989. Los ayuntamientos ribereños y las asociaciones ecologistas montaron en cólera. Afirmaron que era el fin del río. La fiscalía solicitó estudios de impacto sobre las extracciones.
Finalmente, la Consejería de Medio Ambiente aprobó el año pasado el plan de ordenación de recursos naturales del Parque Regional del Sureste (Jarama bajo), que impide la creación de nuevas graveras en las zonas de alto valor ecológico de esta zona natural.
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