El policía López Carrillo confirma los extremos principales de su declaración
El policía Ángel López Carrillo confirmó ayer durante un interrogatorio de casi cuatro horas, a pesar de los intentos del abogado Jorge Argote de desacreditar su versión, que él se encontraba presente la noche del 15 de octubre de 1983 cuando el entonces comandante y hoy general Enrique Rodríguez Galindo comunicó al ex gobernador civil de Guipúzcoa Julen Elgorriaga que habían "caído dos peces en Francia", en alusión a los etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.
López Carrillo confirmó durante el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional también los otros dos principales extremos de su declaración: que Elgorriaga le contó que él y Galindo habían interrogado encapuchados a José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala y que él en la primavera de 1983 había marcado tres habitaciones en el Palacio de la Cumbre por indicación de su jefe, el comandante Paulino García, para trasladar allí a la cúpula de ETA de forma discreta, a la que pensaban secuestrar en Francia policías de este país.El letrado Argote, en un verdadero combate dialéctico de casi cuatro horas, sólo consiguió que el policía reconociera que no recordaba bien si la comunicación recibida por Galindo de que "J1 llame urgentemente a Intxaurrondo" lo fue a través de la emisora del coche del gobernador o si la recibió por medio del coche oficial de Galindo, que según López Carrillo circulaba detrás en la comitiva que se formó para regresar al Gobierno Civil de Guipúzcoa desde el Hospital de Mondragón.
La otra laguna de memoria del testigo fue que no recordaba si había estado en el cuartel de la Guardia Civil de Aretxabaleta o en el de Oñate, cuando durante la noche citada fue en busca del gobernador civil. López Carrillo insistió en que no lo recordaba con claridad y que pudo estar o no estar porque ha tenido que acudir a más de 200 atentados. El policía ratificó que en 1983 gozaba de la confianza de sus mandos y que por ello fue ascendido a oficial y le fue concedida la cruz al mérito policial con distintivo rojo que lucía en la solapa de su traje azul oscuro, y que según dijo es la máxima distinción que puede recibir en vida un policía. A continuación aclaró que tras declarar en este caso ha pasado "de héroe a villano".
El agente ratificó toda su declaración prestada el viernes pasado y a preguntas de Francisco Lozano, abogado de Elgorriaga, manifestó: "Juro por mi honor que jamás vi a los señores Lasa y Zabala, ni en Villa Cumbre ni en ningún otro sitio". El policía se sintió "mareado" y "muy cansado" tras más de tres horas de interrogatorio por parte del letrado y procesado Jorge Argote. Tras el examen de la forense, quien dictaminó que López Carrillo padecía taquicardia, hipertensión e hipoglucemia, la sesión fue aplazada hasta la tarde y se reanudó sin incidentes.
Los testimonios de los policías Julio Vázquez Aira y Rafael Barranco Gómez fueron pospuestos hasta el viernes. Hoy declararán como testigos los conductores de Elgorriaga y Galindo; el asesor del Ministerio del Interior Rafael de Francisco, y el testigo protegido 1959, que corresponde al exguardia civil José María Velázquez Soriano.
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