Ningún miembro del Gobierno chileno acudirá a recibir a Pinochet

Ningún miembro del Gobierno chileno formará parte de la comitiva que acudirá a recibir al exdictador Augusto Pinochet cuando regrese a su país, según indicaron ayer fuentes gubernamentales. El recibimiento correrá a cargo de las Fuerzas Armadas, que estarán encabezadas por los comandantes en jefe. El Senado es la institución política que debería hacerse cargo de Pinochet, dada su condición de senador, indicaron las mismas fuentes.

El presidente de la Cámara alta, Andrés Zaldívar, precisó a este diario que no le corresponde ni tiene contemplado acudir a recibir al todavía único senador vitalicio de Chile. El Ejército está coordinando los planes de regreso, tanto su traslado desde Londres, que será responsabilidad de la Fuerza Aérea, como las actividades que se realicen a su llegada a Chile. El responsable del operativo es el general Juan Carlos Salgado, que ya se encuentra en la capital británica y que a lo largo de la detención ha desempeñado la función de enlace entre el Ejército y el general Pinochet. Fuentes del Ejecutivo indicaron que el ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, está al corriente de los planes para el regreso del exdictador. La directa implicación del Ejército en un operativo que afecta a su antiguo jefe está respaldada legalmente por un decreto presidencial dictado en enero de 1998, dos meses antes de la retirada de Pinochet de la jefatura del Ejército. El decreto establece que las Fuerzas Armadas proveerán seguridad a los expresidentes de la República y a los excomandantes en jefe en la medida que así lo soliciten.Las fuentes gubernamentales consultadas trataron de bajar el perfil al recibimiento del exdictador. "Pinochet está enfermo y no pueden tratarlo como un gallo que va a pasar revista a las tropas", indicaron. Pérez Yoma ha ratificado esta posición y ha asegurado que no habrá ninguna ceremonia militar de carácter oficial para recibir al antiguo comandante en jefe, aunque sí se contempla una recepción ofrecida por las autoridades castrenses. "El general Pinochet vuelve al país con una salud muy quebrantada", dijo el ministro. Lo más probable, agregó, es que el primer destino del enfermo sea el hospital militar de Santiago.

Los más connotados pinochetistas, agrupados en torno a la Fundación Pinochet, están dispuestos a ir "donde haga falta" para dar la bienvenida a su general. Tienen preparada una caravana de automóviles y autocares para recorrer el trayecto de más de 20 horas que separa Santiago de Iquique para el caso de que el avión que trasladará a Pinochet haga escala en aquella ciudad del norte chileno. Las banderas y pancartas con leyendas como Querido general, Todos te queremos y Pinochet o Chile te espera están a punto.

El director ejecutivo de la Fundación Pinochet, el general Luis Cortés Villa, hizo un llamamiento a sus seguidores para que se concentren frente al hospital militar el día de la llegada. Algunas fuentes apuntan que podría ser ingresado en el hospital de la Fuerza Aérea, que está considerado como uno de los mejores centros sanitarios de Chile tanto por los avanzados medios técnicos como por la preparación de su equipo médico. Hasta la fecha, Pinochet siempre ha sido atendido en el hospital militar.

El regreso de Pinochet pondrá a prueba cuán real fue la transformación política de los numerosos dirigentes de la derecha pinochetista, que en el último tramo de la reciente campaña electoral guardaron en el baúl de los recuerdos la figura de su jefe supremo.