Los creadores gallegos pluralizan las propuestas de Moda Barcelona

El diseño gallego está en un momento dulce. Si Caramelo tomó el espacio del Liceo para presentar sus colecciones de invierno, el resto de las firmas gallegas que han competido en la pasarela Gaudí disfrazan sus colecciones comerciales con colores refrescantes, formas asimétricas y tejidos tecnificados. Moda Barcelona clausura hoy sus salones ofreciendo desde su pasarela un guiño a la moda más joven con un desfile y la entrega de los premios Smirnof. Los modelos que vistieron las prendas del grupo de diseñadores gallegos, representado por las firmas Charoa, Futura Línea, Oky^Coky y Gene Cabaleiro, desfilaron a ritmo celta, gracias a la gaita de Cristina Pato y al baile de Jesús Quiroga. De Futura destacó su pasión por las asimetrías, de Charoa el color sobre la piel, de Gene Cabaleiro su look de guardabosque, y de Oky^Coky destacó su espíritu comercial. Unicen, que desfiló en solitario, se valió de una cálida ambientación rusa para presentar la singularidad de sus diseños, altamente tecnológicos. Puro contraste.

Más gallegos. Manuel Novo y Ramón González firman como Toypes una colección basada en la redondez de la línea, apostando por prendas más libres y desestructuradas. Lanas, punto, pieles de pelo, seda y satén teñidas en rojos y naranjas, que neutralizan con negro; verdes salpicados con mostaza, como para despistar, y marrones, morados y berenjenas, pura fiesta, caracterizan la parte más vistosa de sus propuestas.

Hannibal Laguna diseña ambientes demasiado futuristas; Roger O. disfraza la imagen serena y suave de la mujer que viste con volúmenes poco resueltos estéticamente; Hermes Govantes se deja influenciar por la moda de los setenta; Carlos Ponce está por la nueva asimetría; y para Philippe Laporte el futuro inmediato de la moda está en la continuidad de la línea con cambio de color. La gran apuesta de la pasarela de ayer la ofrecieron una pareja de jóvenes que empieza a dejarse notar: Días Rojos. Compiten en la moda del punto con autoridad y mucho sentido del humor. Juegan con el color y proponen líneas évasées sobre faldas cortísimas de punto, que se llevan con calcetines largos y zapatos de aguja.