Los expertos cuestionan el sistema de ayuda a los adictos a psicoestimulantes

Los expertos (médicos y psiquiatras) cuestionan los sistemas de tratamiento de la Sanidad pública dirigidos a la rehabilitación de las personas adictas a los estupefacientes psicoestimulantes (es decir, cocaína y drogas de síntesis). "La Administración tiende a relativizar la importancia de este tipo de toxicomanías, por la escasa demanda que recibe el sistema público, pero no quiere decir que el problema no sea importante", señaló ayer Julio Bobes García, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, uno de los especialistas participantes en el 3ª Reunión Nacional de Drogodependencias que comenzó ayer en Alicante. En las jornadas, organizadas por el Instituto de Investigación de Drogodependencias de la Universidad Miguel Hernández, participan además los responsables políticos del área de toxicomanías de la mayoría de las Comunidades Autónomas del Estado.La edición de este año del encuentro trata de aportar líneas de investigación y fórmulas de rehabilitación para las personas adictas a la cocaína y las drogas de síntesis. "El uso de psicoestimulantes ha crecido en los últimos años en España, aunque desde algunas administraciones se mantenga que se ha estancado o decrecido, debido a la falta de estudios rigurosos sobre el perfil de estos drogodependientes, cuyo grupo de mayor riesgo están entre los 18 y 30 años", subrayó el profesor Bobes. "Estos toxicómanos, hasta ahora, optan por los sistemas de tratamiento privados, que les garantiza el anonimato y con ello evitan la estigmatización social, y eluden los públicos, en los últimos años polarizados en el tratamiento a heroinómanos", añadió Bobes.

El psiquiatra abogó por "una vinculación" de los sistemas públicos con los privados. "Además, la Administración ha de perfeccionar los sistemas de evalución epidemiológica de estos toxicómanos y fomentar la investigación", señaló Bobes, quien resaltó el alcance de los daños para la salud que comporta la adicción a los psicoestimulantes. "Las repercusiones más destacadas son los daños cerebrales y sobre el sistema nervioso, que viene a provocar un envejecemiento precoz de estas personas", matizó Bobes.

Por su parte, José Antonio García, director del Instituto de Investigación de Drogodepencias de la Miguel Hernández, resaltó que, a su juicio, en el futuro las drogas de diseño serán más peligrosas que la cocaína, "dada su facilidad tanto para el reparto como para su elaboración, al alcance de cualquier persona con unas mínimas nociones de química", precisó.

Mientras, la consejera de Bienestar Social, Carmen Más, que inauguró las jornadas, indicó que a lo largo de 1999 se duplicaron el número de personas adictos a la cocaína y drogas de síntesis que solicitaron ayuda en la Unidades de Conducta Adictivas (UCA) de los distintas áreas de salud. "Esto datos no significan que haya un aumento del número de cocainómanos, sino lo que se ha producido ha sido un incremento de los recursos asistenciales al drogodependiente que se ofrecen a través de las UCA", explicó Más.

En la misma línea se expresó el director general de Drogodependencias de la Generalitat, Rafael Peset, quien aseguró que, en el conjunto de la Comunidad, el consumo de cocaína se sitúa en el 3% de la población, es decir, entre 50.000 y 60.000 personas.