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Los laterales de la A-19 se convertirán en un bulevar entre Glòries y Sant Adrià

Los laterales de la Gran Via se convertirán en un bulevar entre la plaza de las Glòries y el límite con la localidad de Sant Adrià de Besòs. Éste es uno de los objetivos que persigue el proyecto de ordenación de la zona, que estará listo dentro de dos meses, y además reducirá la contaminación acústica entre las calles de Extremadura y Llacuna. De esta forma el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat responden conjuntamente a la reivindicación de los vecinos de Sant Martí, que llevan un año y medio pidiendo el cubrimiento de dicho tramo. El acuerdo alcanzado entre ambas instituciones descarta de antemano la construcción de un túnel en esta entrada a la ciudad como reclaman los residentes, aunque se comprometen a aumentar las zonas verdes a costa del espacio reservado al tráfico. Los autores del trabajo ofrecerán alternativas que mejoren la conexión entre las calles que ahora quedan cortadas por la vía rápida. Han pasado 18 meses desde que las administraciones, azuzadas por los vecinos que lidera el presidente de la asociación de Sant Martí, Manuel Martínez, empezaron a deshojar por separado la margarita de túnel sí, túnel no, para este tramo de la Gran Vía. En una época en la que proliferan las voces vecinales que piden que se cubran las vías para silenciar el tráfico, ha costado mucho acertar con la solución que se ofrece para los márgenes de la A-19 entre Sant Adrià y las Glòries. En el cajón queda un anteproyecto encargado por la Dirección General de Carreteras de la Generalitat que planteaba un túnel en toda regla y que nunca gustó a los responsables municipales, sobre todo por la seguridad y porque, además, suponía un coste de 20.000 millones de pesetas.

En la reunión que celebraron ayer representantes del Ayuntamiento y de la Generalitat con los vecinos, se expusieron algunas de las líneas básicas de un proyecto que ha sido bien acogido pese a que todavía quedan por despejar numerosas incógnitas. Martínez intentó, sin éxito, arrancar mayor concreción sobre los metros y los puntos que se deberían cubrir para aminorar los ruidos. Sin embargo, todas las partes destacaron que por lo menos se ha abierto el diálogo.

Los encargados de hacer público el acuerdo fueron el gerente del Instituto Municipal de Urbanismo, Alfredo Jorge Juan, y el jefe de gabinete del consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Damià Calvet. Ambos consideraron prematuro hablar de la inversión que será necesaria para acometer las obras, aunque quisieron dejar claro que el cambio de planes no responde a motivaciones económicas.

Los vecinos de la Gran Via no desconvocarán sus movilizaciones hasta que el barrio se pronuncie sobre el cambio de planes en la asamblea que celebrarán el martes. El veterano líder vecinal Manuel Martínez, que acaba de ser galardonado con la medalla de oro de la ciudad, adelantó que no se conformarán con una propuesta que suponga cubrir menos del 60% o el 70% entre las calles de Bilbao y Extremadura.

Carles Ribas
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