Un diputado laborista alega que los tribunales deben resolver sobre la salud del ex dictador

El diputado laborista Jeremy Corbyn ha aconsejado al ministro del Interior británico, Jack Straw, que, dado el carácter "casi judicial" y no político de su actuación en el caso Pinochet, permita continuar el procedimiento de extradición y que invite a la defensa del exdictador a presentar alegaciones sobre su estado de salud ante el Alto Tribunal de Justicia, reservándose el poder de decisión sobre la entrega de Pinochet a España para el final de las actuaciones judiciales. Jeremy Corbyn, un parlamentario de la izquierda del Partido Laborista, mantiene cordiales relaciones con Jack Straw.

Durante años, Corbyn ha apoyado la detención de Pinochet en Londres y su enjuiciamiento en Europa. En sus alegaciones, el diputado se refiere cariñosamente a su ministro. "Querido Jack", escribe Corbyn, "está usted proponiendo un paso extraordinario y sin precedentes cual es el de actuar como resultado de la petición de una tercera parte [el Gobierno chileno]", ya que, "según usted mismo ha señalado, la defensa de Pinochet no ha planteado el problema de salud".Corbyn subraya que "el Alto Tribunal de Justicia británico está incomparablemente mejor equipado para examinar las pruebas en este caso. Es altamente sospechoso que la defensa de Pinochet haya decidido no invitar al Alto Tribunal a considerar su estado de salud".

El diputado laborista cree que "los intereses de la justicia sólo pueden ser cumplimentados en esta etapa dándole a los tribunales la oportunidad de evaluar todas las pruebas del caso. Si los tribunales deciden que no sería injusto o cruel que se proceda con la extradición, Pinochet tendrá la posibilidad de recurrir a usted para que ejerza sus poderes establecidos en la sección 12 de la Ley de Extradición". Esa sección establece que, al final del procedimiento judicial, el ministro del Interior debe decidir sobre la entrega de una persona, para lo cual puede resolver "si, habiendo estudiado todas las circunstancias, es injusto o cruel" que se le extradite.

Informes secretos

Corbyn utiliza un tono más duro cuando aborda el problema de los exámenes médicos practicados y mantenidos en secreto por razones de confidencialidad: "Ha colocado usted a aquellos que quieren que se haga justicia en este caso en una posición odiosa. Mientras les ha invitado a presentar alegaciones, rechaza poner en conocimiento de las partes el criterio con el que se ha hecho el examen a Pinochet ni los resultados del mismo. Esto, obviamente, nos coloca en situación de desventaja". Agrega que "el denegar el acceso al material por parte de aquellos que querían preparar alegaciones ante usted es perverso y contrario a los intereses de la justicia".

Pero Corbyn no se cree la situación de Pinochet. "Tengo sospechas sobre el repentino deterioro de la salud de Pinochet. Hay una coincidencia llamativa entre su deterioro de salud y el fracaso de sus maniobras legales para evitar la acción de la justicia", señala. "Durante toda su carrera, este criminal internacional ha probado ser un mentiroso consumado y un manipulador de hechos. Es posible, además, simular los síntomas de una incapacidad senil".

El diputado señala que Pinochet envió el 8 de octubre de 1999 un mensaje escrito que fue leído por su abogado Clive Nicholls tras el fallo del magistrado Ronald Bartle, favorable a la extradición. "Fue un mensaje que no resulta coherente con una persona incapacitada para prepararse y someterse a juicio", sostiene. "El 25 de noviembre de 1999, sus simpatizantes leyeron un mensaje suyo en Santiago de Chile, un mensaje lúcido escrito a mano", agrega.

Corbyn advierte a Straw sobre cómo será vista la decisión de liberar a Pinochet. "Después del arresto de Pinochet, usted ha planteado correctamente que su propio papel en este caso es casi judicial y no político", recuerda. "Temo que cualquier decisión suya de interrumpir el procedimiento de extradición en esta fase, antes de que los tribunales hayan tenido la oportunidad de considerar los hechos, será vista por el mundo y en el Reino Unido como una decisión motivada por consideraciones políticas antes que judiciales; será vista como una usurpación efectiva del Gobierno en un asunto pendiente dentro de los tribunales".

El laborista propone, pues, que se invite a Pinochet a plantear el estado de salud ante el Alto Tribunal y aportar pruebas médicas. También pide que Straw se reserve la consideración de la presunta incapacidad para someterse a juicio del ex dictador para el momento de la decisión final, tras concluir el procedimiento judicial.