El presidente de Renfe dice que "no cederá una peseta" a las demandas sindicales

El presidente de Renfe, Miguel Corsini, aseguró ayer que la negociación colectiva en la compañía está ya cerrada con la firma el pasado viernes del convenio de eficacia limitada con UGT, que calificó como el "mejor de los convenios posibles". Corsini, en un encuentro organizado por la Asociación de Periodistas Económicos, invitó al resto de sindicatos (CCOO, CGT y Semaf), que mantienen sus reivindicaciones, a adherirse a este convenio y abandonar la confrontación, porque "la empresa no va a ceder ni una peseta más". Corsini declaró que quienes tienen que decidir a partir de este momento son los ferroviarios, aunque rehusó avanzar qué porcentaje de la plantilla aceptará lo establecido en el convenio suscrito con UGT, sindicato al que están afiliados en torno al 30% de los trabajadores. El presidente de Renfe reconoció que el conflicto es un "pulso" entre sindicatos y empresa por un modelo de relaciones laborales: el de la negociación o el de la confrontación permanente. Los sindicatos, por su parte, mantendrán la huelga por turnos previstas desde hoy hasta el próximo día 28.

Antes de referirse al conflicto laboral, Corsini explicó que Renfe había registrado unos ingresos comerciales de 186.162 millones de pesetas en 1999, un 4,1% más respecto a los 178.437 millones registrados en 1998. Dijo también que el déficit de explotación de la compañía, que se cubre con las aportaciones que anualmente realiza el Estado para el mantenimiento del servicio público, se redujo un 2,8% el pasado año, hasta quedar situado en los 237.109 millones de pesetas. En este sentido, el responsable de la compañía destacó que el coste que el sistema ferroviario supone al Estado se ha reducido en un montante total de 277.709 millones en el conjunto de los cinco últimos años.

Para el año 2000 la empresa espera continuar incrementando sus resultados comerciales en torno a un 5%, hasta los 196.148 millones de pesetas, y con la reducción del déficit de explotación y, por tanto, de las aportaciones estatales, un 3,1%, para situarlo en 229.584 millones. Corsini aseguró que 2000 será un año muy importante para la empresa ya que realizará "la más importante compra de material rodante de su historia". El próximo mes de febrero presentará los pliegos de condiciones para la compra de entre 30 y 40 trenes que darán servicio a la futura línea de AVE Madrid-Barcelona, por importe de 111.750 millones de pesetas. Corsini auguró que el futuro AVE a Barcelona absorberá el 60% del número de pasajeros que realizan este trayecto en cualquier medio de transporte colectivo, y aventajará por tanto a la utilización del puente aéreo.

Corsini apuesta por el mantenimiento de Renfe como operador público, aunque abierto a la participación privada en su gestión, que, en un principio, será de los fabricantes de material, como método para reducir costes e incrementar efectividad. Esta colaboración se irá profundizando en tres niveles: compra de material, mantenimiento y una posible futura operación conjunta del transporte de viajeros, así como la apertura a otro tipo de empresas. El presidente de Renfe destacó también la apuesta que el Gobierno prevé realizar por el tren, con la inversión de 4,6 billones de pesetas en mejorar la infraestructura y construir nuevos corredores de AVE entre 2000 y 2007.