_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Baile FÉLIX DE AZÚA

Félix de Azúa

Nuestra vida está hecha de pequeños gestos y movimientos. Quiero decir que la vida se construye con ellos, como las casas se hacen con ladrillos y cemento. Somos poco más que un conjunto de gestos solidificados, el golpe de muñeca que abre una puerta, la lengua que humedece el sello, el modo siempre idéntico de apoyar la cabeza en la almohada. Los pequeños movimientos construyen nuestra vida. Sentarse en un sillón, encender un cigarro y comenzar a leer nos construye de un modo distinto a quien se sienta en una silla, pulsa las teclas y comienza a navegar. El tiempo es diferente en uno y otro caso porque nuestro cuerpo, como los árboles o las piedras, no es otra cosa que tiempo sólido, almacenado y en movimiento.Así vamos bailando en el tiempo. De pronto un gesto se hace raro, infrecuente, cosa de viejos, porque el tiempo ha traído movimientos nuevos. El gesto de arrodillarse en un reclinatorio para rezar, gesto universal durante siglos, desaparece en 20 años. El gesto milenario de montar en el caballo o la mula, gesto tan común antes de la guerra civil, ya no existe. El gesto de empuñar la azada, de hacer girar un trompo, de esperar a que se caliente la radio, de pedir una conferencia, han desaparecido.

Todos (no hay excepción) un día nos percatamos de que nuestro cuerpo ya no baila lo del tiempo, que nos movemos en el pasado porque ahora pocos se mueven como nosotros. Aunque el tiempo parece ir hacia adelante, los cuerpos viejos (que son tan sólo el almacén de los viejos gestos) van cayendo uno tras otro, como si gotearan, hacia atrás. Poco a poco el mundo entero se mueve de otra manera y muy suavemente nos convertimos en perplejos espectadores del baile ajeno. Nos desplazamos unos metros para mirar a distancia, con curiosidad, los nuevos movimientos, tan parecidos y sin embargo tan distintos de los nuestros. Observamos, además, la trivialidad de los nuevos gestos, su ridícula pretensión de ser mejores y más perfectos, más modernos. ¿Es mejor, más eficaz, más moderno, lavar el coche que almohazar la mula? Sonreímos con suficiencia. Decimos, "¡bah!". Ahora ya sabemos que todos los gestos y movimientos son iguales, inútiles, que todo se repite y todo es vanidad. Entonces, cuando al fin alcanzamos la verdad, nos sacan de la pista. Menos mal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Félix de Azúa
Nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_