Arranca el juicio por el accidente nuclear que obligó a cerrar Vandellòs

La Audiencia de Tarragona inicia hoy el juicio por el incendio ocurrido hace 10 años en la central nuclear de Vandellòs I (Tarragona) y que derivó en el cierre del complejo por parte del Ministerio de Industria. En el banquillo se sentarán tres directivos de la empresa explotadora, Hispano-Francesa de Energía Nuclear (Hifrensa), y dos responsables del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El fiscal solicita una pena de cuatro meses de arresto mayor y una multa de tres millones de pesetas para Fernando Roset, Carlos Fernández Palomero y Fernando Mataix (Hifrensa), así como para Enrique Echavarri y Jacobo Díez (CSN), mientras que las acusaciones particulares piden 36 años de cárcel y una indemnización de 54.000 millones de pesetas.

Los acusadores afirman que dos de las exigencias formuladas por el CSN a Hifrensa para la mejora de su seguridad tenían relación directa con el accidente, ya que hacían referencia a la optimización de los servicios de extinción de incendios y con la puesta a punto del sistema de refrigeración de emergencia.

La defensa de los tres imputados de Hifrensa asegura que la empresa seguía el calendario pactado con el CSN para la implantación de las medidas y que, aunque éstas hubieran estado en funcionamiento el 19 de octubre de 1989, no hubiera supuesto diferencia alguna en el resultado del accidente, que se produjo por un fallo en la turbina y que derivó en un incendio, que se inició en una zona convencional (no radiactiva) del complejo.

Los abogados de Hifrensa incidirán especialmente en que no se produjeron emisiones radiológicas ni daños externos. La defensa basará su alegato en las pruebas periciales practicadas en la central francesa gemela a Vandellòs I, la de Saint Laurent-des-Eaux, que sí implantó las modificaciones exigidas por el CSN.