La patronal vizcaína prevé un crecimiento del 3,7%

La patronal vizcaína (Cebek) prevé que el crecimiento económico en Vizcaya para el presente año se mantendrá en torno al 3,7%, sólo una décima por debajo del registrado en 1999 y dos con respecto a los índices de la comunidad autónoma. Hasta 2003, el incremento rondará el 3%, similar al previsto para España y los países de la zona euro.El presidente de Cebek, José María Vázquez Eguskiza; sus vicepresidentes Pedro Campos, Carlos Castellanos y Juan Maeza y el secretario general, Francisco Javier Azpiazu, presentaron ayer en Bilbao el informe anual de coyuntura económica y el escenario previsto para este ejercicio.

Azpiazu, encargado de desglosar los datos, destacó que la pérdida de dinamismo de las exportaciones en los primeros meses de 1999, provocada por la caída del comercio mundial, atenuó la creciente evolución del sector industrial, "a pesar del empuje de la demanda interna".

En el mercado de trabajo, Cebek prevé que "aflorará nuevo empleo", sobre todo en el sector terciario y ayudará a crear 12.000 puestos de trabajo en Vizcaya y rebajar la población parada a una tasa cercana al 16%. El grado de ocupación en el tercer trimestre de 1999 se situó "en niveles desconocidos en los últimos años", superando los 419.000 empleados, lo que supone el 51% del total de la población ocupada del País Vasco.

Aunque Vizcaya reduce su tasa de paro al 18%, situándose casi en los niveles de hace 20 años, no acorta distancias con Álava y Guipúzcoa, que tienen un índice de desempleo del 13,2% y 12,6%, respectivamente. Cebek dijo estar especialmente sensibilizada con la Margen Izquierda, donde el paro llega al 25%.

Vázquez Eguskiza se refirió también a la preocupante situación de las empresas Babcock & Wilcox y Mecánica de la Peña. Se mostró partidario de una reordenación del sector de bienes de equipo en todo el Estado en condiciones de competividad y reclamó una solución conjunta que evite "parches voluntaristas". El presidente de la patronal territorial aprovechó para hacer un llamamiento a la paz y solicitar a los responsables políticos que "no abandonen la comunicación entre ellos, aunque sea conflictiva, y que se esfuercen en promover otra vez un guión para la paz y la normalización".