EA se separa del resto

El nuevo convenio para la expansión de Vitoria pasó ayer el trámite previo al pleno municipal con un aprobado alto. Votaron a favor el PP, los socialistas, Unidad Alavesa (los tres partidos que sustentan la política de vivienda en la ciudad) y también el PNV, el principal grupo de la oposición. Los nacionalistas entienden que "se mantienen los pilares básicos" del anterior acuerdo de Cuerda y, por tanto, dieron el sí. Pero no lo hicieron al unísono. En su grupo, el único concejal de Eusko Alkartasuna votó en contra del dictamen porque, a su parecer, el convenio representa una visión equivocada de cómo debe expandirse Vitoria. Avelino Fernández de Quincoces, ex diputado alavés de Urbanismo, hubiera preferido otras fórmulas y auguró que "los precios de la vivienda seguirán subiendo". "Ustedes", comentó al resto de corporativos, "siguen con el viejo urbanismo de los años cincuenta. La responsabilidad recae sobre ustedes".El otro grupo municipal crítico con el convenio fue el de EH. Su portavoz, Iñaki Ruiz de Pinedo, precisó que el acuerdo supone pagar a los propietarios a razón de unas "15.000 pesetas el metro cuadrado" y corroboró la impresión del PNV en el sentido de que el convenio es similar al pactado por Cuerda y, por tanto, "se han perdido siete meses". EH, no obstante, se abstuvo en la votación.

El PNV, a pesar de su apoyo, puso reparos a la gestión del equipo de gobierno: "Benefician a los particulares y perjudica al Ayuntamiento en las plusvalías. Además, el Ayuntamiento hace dejación en la vivienda protegida porque ahora ya no se concreta cuántos pisos sociales, de segmento medio y alto se harán".

El alcalde, Alfonso Alonso, respondió a la supuesta pérdida de siete meses en la gestión del documento afirmando que de no haber modificado el anterior "se hubieran perdido los próximos 20 años". Su socio en materia de vivienda, el socialista Jesús Loza, cree que el convenio "destierra la política de financiación de los equipamientos mediante la venta de suelo".