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FIN DE LA LEGISLATURA

Aznar convoca elecciones con duros ataques al PSOE y PNV y una advertencia a CiU

Luis R. Aizpeolea

El jefe del Ejecutivo, José María Aznar, dio ayer el pistoletazo de salida de las elecciones del 12 de marzo -350 escaños en liza, en 52 circunscripcio-nes- haciendo un llamamiento y una advertencia. A los ciudadanos les pidió que llenen las urnas con sus votos y que le ayuden a acabar su "ambiciosa" labor de gobierno. A CiU le emplazó a desistir de pactar con el PSOE, en el caso de que ésta sea de nuevo la segunda fuerza más votada, con el argumento de que el PP podría retirar el apoyo que presta a Jordi Pujol en Cataluña. Para el candidato socialista, Joaquín Almunia, que insiste en mantener con Aznar un cara a cara, termina así la legislatura de las oportunidades perdidas, en la que se ha marginado a los más débiles y los más necesitados.El presidente del Gobierno, José María Aznar, aprovechó ayer su comparecencia de anuncio de disolución de las Cortes y de convocatoria de elecciones legislativas el 12 de marzo para lanzar duros ataques al PSOE y el PNV y dirigir una advertencia a CiU -a quien reiteró su oferta de colabora-ción- para que no pacte con los socialistas en el caso de que éstos queden en segundo lugar. Antes de convocar en La Moncloa a los medios de comunicación, cumplió con el ritual: celebró un Consejo de Ministros extraordinario y visitó al Rey en La Zarzuela para proponerle la disolución de las Cortes.

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El jefe del Ejecutivo se presentó ante los medios de comunicación a la hora prevista y, en tono triunfalista, propio de la etapa preelectoral que ayer echó a andar oficialmente, destacó la dilatada duración de la legislatura que hoy da por concluida el Boletín Oficial del Estado, que se ha agotado totalmente por vez primera en la democracia, la estabilidad lograda por su Gobierno gracias a los pactos alcanzados con los partidos nacionalistas, y las reformas realizadas. También aseguró que es la última vez que se presenta como candidato a la presidencia del Gobierno y que no buscará un sucesor. "Lo elegirá el partido", precisó.

Aznar, que mantuvo un tono distendido, salpicado con bromas, estuvo duro con sus rivales electorales, con lo que marcó la pauta de lo que se vaticina como una campaña electoral muy dura, agravada por la ligera ventaja que los sondeos conceden al PP sobre su principal rival, el PSOE. Una campaña singular, además, en la que por vez primera no se presentan ni Felipe González como cabeza de cartel de los socialistas ni Julio Anguita por Izquierda Unida, y en la que los populares tienen que salvar sus puntos débiles de Cataluña y Andalucía para asegurar su victoria mientras que el PSOE lo tiene que hacer en Madrid y la Comunidad Valenciana.

Con la defensa de la Constitución, una vez más, como eje de la precampaña, Aznar volvió a encararse con los socialistas, a los que solicitó que aclaren en qué consiste la reforma constitucional que proponen, tras insinuar que su iniciativa podría responder a un intento de facilitar próximos pactos con los nacionalistas. "Deben explicar antes de las elecciones su posición ante la reforma constitucional y los acuerdos a los que están dispuestos a llegar después de los comicios. Todos los ciudadanos tienen derecho a conocer lo que hay detrás de algunos acuerdos".

El PSOE y los nacionalistas

Con esta intervención, Aznar aclaró las razones por las que ha hecho de la defensa de la Constitución el eje de su precampaña: el temor a que el PSOE pacte con los nacionalistas, aun situándose como segunda fuerza, para desplazar del Gobierno al PP a costa de realizar concesiones en la política autonómica. Los precedentes de Baleares y Aragón (comunidades donde el PSOE ha conseguido el Gobierno a pesar de haber quedado en segunda posición en las urnas) están en la mente del presidente del Ejecutivo.

Aznar volvió sobre la cuestión, aunque de manera un tanto críptica, al referirse al dirigente del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) Pasqual Maragall, que defiende propuestas federalistas y una reforma constitucional, con estas palabras: "Las frustraciones de los proyectos políticos personales no deben afectar a la Constitución". Insistió, en esta línea, en que no puede plantearse una reforma constitucional "en razón del cumplimiento o no de unos objetivos personales". La Ejecutiva Federal del PSOE ya ha señalado, por su parte, que la reforma constitucional que defiende debe afectar exclusivamente al Senado.

Tras este ataque frontal a la formación que lidera Joaquín Almunia, Aznar dirigió incluso una advertencia a su principal socio en esta legislatura, CiU, que no descarta pactar con el PSOE, aunque quede en segundo lugar, para darle el Gobierno. En clara alusión a la situación en Cataluña -donde gobierna Jordi Pujol con el apoyo del PP, y el PSC es la segunda fuerza-, Aznar dijo: "Yo no iría por ese camino. No vaya a ser que alguien [el PP catalán] tome nota y se apunte", en referencia a un hipotético apoyo de los populares a Pascual Maragall.

Precisamente ayer, tras la reunión del comité de gobierno de UDC, el secretario de organización, Josep Sánchez Llibre, respaldaba la decisión de su socio Convergència de buscar otras alternativas si el partido ganador de las elecciones, presumiblemente el PP,no aceptara sus reivindicaciones, informa Josep Garriga. A modo de aviso, el responsable de Unió añadió que el PP ya ha rechazado negociar el pacto fiscal que propone CiU, aunque matizó: "La predisposición de Aznar puede cambiar tras los resultados".

El propio Pujol, líder de CiU, añadía luego que, aunque "lo lógico" es que su coalición apoye al partido más votado, para los nacionalistas catalanes "es absolutamente básico" la mejora de la financiación autonómica y del autogobierno. En cualquier caso, las palabras de Aznar fueron acogidas con irritación. El candidato de CiU en estas elecciones generales, Xavier Trías, respondió: "Hay bromas que son amenazadoras".

Aun así, el portavoz del Gobierno y cabeza de lista por Barcelona, Josep Piqué, insistía en que los nacionalistas cometerían un grave error si pactaran con un partido que no fuera el mayoritario.

Salto al vacío del PNV

Aznar fue duro también con su antiguo socio, el PNV, al que acusó de dar "un salto en el vacío que no conduce a ningún sitio" y de "seguir un camino equivocado para el País Vasco y España" al proponer un pleibiscito a favor de la autodeterminación. No obstante, distinguió entre sus graves diferencias con el PNV y su política de entendimiento institucional con el Gobierno vasco. Puso como ejemplo el acuerdo alcanzado ayer mismo entre ambos Gobiernos, por el que se retiran los recursos fiscales interpuestos por la Administración central en los tribunales, referentes a la aplicación del Concierto Económico. "Durante esta legislatura se ha hecho la renovación más ambiciosa del Concierto que se haya hecho nunca".

Tras estas palabras, el líder del PNV, Xabier Arzalluz, no descartaba anoche, en declaraciones a CNN+, un pacto con el PSOE en caso de empate electoral.

Pese a todo, Aznar también renovó su oferta de colaboración a CiU y destacó los logros de la legislatura gracias al apoyo parlamentario de esta coalición. Incluso cuando se le preguntó si no había fracasado en su pretensión de integrar los nacionalismos en España, a la vista de las posiciones actuales del PNV y CiU, abandonó ese terreno y se marchó a uno más favorable para él, el de la estabilidad que ha logrado su Gobierno. "Hemos vivido la legislatura más prolongada porque hemos encontrado un territorio común de colaboración".

Precisamente fue la estabilidad de su Gobierno el logro que destacó en primer lugar en el balance que hizo de la legislatura, así como el de su duración, y que solemnizó con la lectura de un texto. Justificó su agotamiento absoluto dándole un tono también propagandístico: "Había mucha tarea por hacer". Como los principales logros de su Gobierno apuntó: la normalización de la vida política, la entrada de España en la Unión Monetaria, el combate contra el desempleo y su firmeza ante el terrorismo. También la reforma fiscal, la profesionalización de las Fuerzas Armadas y el reconocimiento de los derechos de los usuarios en la Administración. Y situó como principal objetivo para un siguiente mandato, para el que pidió el voto, la consecución del pleno empleo.

En un momento determinado, aludió a que el terrorismo etarra tratará de irrumpir en la campaña electoral. "Mientras exista ETA sólo se puede esperar que cometa atentados, pero el Gobierno hará todo lo posible para que esto no ocurra con la colaboración de todos". También aclaró que no cambiará su política ante ETA tras las elecciones. "Las elecciones no afectan al compromiso del Gobierno de luchar contra el terrorismo y buscar una normalidad plena en la sociedad vasca. Es una política continua, antes, durante y después de cualquier proceso electoral".

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