Un español muerto y otros nueve heridos al estrellarse su bimotor en Costa Rica

Antonio Sánchez Díaz resultó muerto y otros nueve turistas españoles sufrieron heridas al estrellarse en San José de Costa Rica el avión bimotor de fabricación checa en el que viajaban con destino al parque de Tortuguero. En el accidente perdieron la vida otras tres personas. El número de heridos se eleva a 18. La esposa del español fallecido, Sagrario Martín, se encuentra en estado grave, tras haber sido intervenida ayer en el hospital de México, en San José, donde fue ingresada con traumatismo craneal y varias contusiones de la zona torácica.

La aeronave, un bimotor de la empresa Taxis Aéreos de Costa Rica, pero con matrícula salvadoreña, había partido tres minutos antes del aeropuerto Tobías Bolaños con rumbo al Parque Nacional de Tortuguero, una de las grandes bellezas naturales del país, situado en la costa caribeña, a 40 minutos de vuelo al norte de la capital, San José de Costa Rica. Cuando los pilotos detectaron un fallo mecánico -de cuyo origen no se ha informado aún de forma oficial-, el comandante optó por retornar de inmediato a la terminal. Los fuertes vientos dificultaron tanto la maniobra de aproximación que el aparato se precipitó sobre una vivienda en el barrio residencial de Rohrmoser. La casa, habitada por tres niñas, quedó dañada. Todos sus inquilinos resultaron ilesos, excepto Yamileth Quintro, una empleada de hogar nicaragüense al cuidado de las niñas, que tuvo que ser atendida de heridas leves en el brazo. Poco después fue dada de alta.

La Cruz Roja local informó de que entre los pasajeros a bordo del avión siniestrado, y que se hallan hospitalizados en los dos principales centros sanitarios de la capital costarricense, figuran el estadounidense Stansfiel Turner, los franceses Rackel Krochet y Jean Marck Saulaires y el salvadoreño Adolfo López Muñoz. Los costarricenses Cleto Alberto Miranda, Carlos Skeels Rodríguez, piloto y copiloto de la aeronave, y el guía turístico Carlos Ochoa fueron rescatados con vida de los restos del bimotor e ingresados en estado muy grave en un centro sanitario. Según la Cruz Roja, los médicos que les atienden temen por sus vidas.

Esta organización humanitaria confirmó que cuatro personas, todos ellos turistas extranjeros, murieron en el acto como consecuencia del impacto. El Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica, que es el encargado de llevar el caso, confirmó anoche la identidad del español fallecido y la muerte de un ciudadano estadounidense llamado Sigfried George Richert. Las otras dos víctimas mortales son mujeres y podrían ser también estadounidenses.

Los españoles heridos

La Oficina de Información Diplomática (OID) del Ministerio español de Exteriores aseguró que los españoles heridos son nueve, y no siete, como en un principio se dijo, y declinó revelar sus lugares de origen. La OID informó de que los heridos de nacionalidad española son María de los Ángeles Ruiz García, Esperanza Moraleda Fernández, Ana Abardía García, Juan Luego Olmos (todos hospitalizado en el centro de San Juan de Dios de San José), Sagrario Martín (esposa del fallecido), Mario Orellana Segovia y Pilar Lerma Martín (en el hospital México de la capital costarricense). También resultaron heridos Antonio Pérez y Juan José Ibáñez Salomón.

La OID aseguró que, según sus fuentes de información (la Embajada española y las autoridades locales), la situación de ocho de los nueve españoles es estable, excepto en el caso de Sagrario Martín, que tuvo que ser intervenida.

Las autoridades locales han abierto una investigación para conocer las causas del siniestro. El accidente se produjo a las 13.20 locales del sábado, 20.10, hora peninsular española del domingo, pero hasta ayer no se conocieron las nacionalidades de los ocupantes.

De los supervivientes, siete lograron abandonar la aeronave por su propio pie, pero el resto tuvo que ser rescatado por los bomberos, al igual que alguna de las niñas de la vivienda contra la que impactó la aeronave.

Los fuertes vientos reinantes en el momento pueden haber contribuido al accidente, pero los expertos se concentran en una de las frases pronunciadas por el piloto cuando éste decidió regresar a tierra. El comandate advirtió a la torre de control de la existencia de un fallo mecánico, pero sin especificar cuál.