Las clínicas de Buenos Aires no quieren atender al Pelusa

Nadie sabe qué hacer con Maradona. Diego se ajusta la soga al cuello y los médicos no logran cortar el nudo en el que se trenzan su esposa Claudia, el representante Guillermo Cóppola y los demás, padres, hermanos, amigos y hasta las hijas. El sábado, las dos niñas, Dalma y Giannina, alentadas por un peluquero argentino que aprovechó la ocasión para promocionarse, regresaron al balneario uruguayo de Punta del Este para participar de un desfile vestidas con la camiseta de la selección Argentina de fútbol. Ambas llevaban balones en las manos donde se leía: "Fuerza, Papá".El cardiólogo Carlos Álvarez, director del Instituto Sagrado Corazón pidió al doctor Alfredo Cahe, el médico de cabecera, que se lleve nuevamente al enfermo al Instituto neurológico Fleni, donde le habían ingresado cuando le trasladaron desde Uruguay. Según el doctor Álvarez, "se han completado los estudios y se aconseja a la familia y allegados seguir la rehabilitación en el Instituto Fleni. Con gran tranquilidad espiritual creo haber cumplido, considerando el estado de salud y la personalidad del paciente, con el juramento hipocrático. Y ruego a Dios que ilumine a sus seres queridos y a su médico de cabecera en el hallazgo del lugar adecuado para el tratamiento definitivo de su enfermedad".

"Sería inconveniente traerle"

Perro en el Instituto Fleni no le quieren de regreso. El jefe de terapia, doctor Mario Shiter sugiere que es mejor llevarle directamente al exterior. "Sería inconveniente volver a traerle aquí, no tenemos los elementos suficientes". Cahe reconoce que "Diego aún no se decidió". ¿Pero está Maradona en condiciones de resolver algo sobre su tratamiento? Para Cahe, el Pelusa debe "convencerse de la necesidad de ir a una clínica especializada, esto supone un cambio importante en su vida". Puede ser Canadá, tal vez Cuba, quizá otro sitio. Mientras tanto Cahe ha pedido al cardiólogo Álvarez que le aguante en el Sagrado Corazón al menos hasta el lunes. Dicen los colegas de Alvarez, un médico de gran reputación y desconocido hasta ahora para el gran público, que está al borde de una crisis por todo lo que ha vivido con el caso Mardona.

Óscar Ruggeri, ex jugador del Real Madrid, compañero de Maradona en la selección de Argentina que ganó la Copa del Mundo de 1986 y actual entrenador del San Lorenzo, ha ofrecido a Diego que trabaje con él si decide rehabilitarse en un centro especializado de Argentina. "Aquí tiene las puertas abiertas, pero si viene solo. Entra él y nadie más".

Cuando Diego estaba moribundo, le hicieron firmar un poder para que su esposa Claudia administre el dinero. La entrevista exclusiva se vendió con la excusa de "recaudar fondos para atender a los gastos de Diego". El negocio sigue montado y funcionando como si nada hubiera ocurrido.