El sector audiovisual vasco, en crisis por la carencia de un tejido industrial Guionistas, directores y actores resaltan el buen momento creativo
Después de seis intensas mesas redondas, las conclusiones de las IV Jornadas de Creación Audiovisual Vasca son claras: la mayoría de los problemas de este sector son económicos, no creativos. La ausencia de un tejido industrial y su no consideración como tal industria por el Gobierno vasco (los apoyos al cine son de 100 millones anuales) son dos de las principales causas de la "fuga de cerebros" que padece el sector audiovisual vasco. Entre las propuestas que han surgido en estos días está la de un mayor apoyo a la distribución.
Con una excelente respuesta por parte del público, las IV Jornadas sobre la Creación Audiovisual Vasca, que se han celebrado el viernes y ayer en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria, han puesto de manifiesto la precaria infraestructura de este sector en el País Vasco. Después dedos intensos días de debates, los representantes de este gremio han concluido que los problemas del sector audiovisual son económicos, no creativos.Y es que, por ejemplo, a pesar de contar con cientos de empleos (sólo la nómina de guionistas ronda los 200), el sector no está considerado como industrial por el Gobierno vasco, que destina 100 millones para ayudar a la producción de películas. "Los productores no consideran las ayudas institucionales como financiación sino como una pequeña parte para disminuir riesgos", explica Pedro Rivero, tesorero de la Asociación de Guionistas Vascos que, con la Sociedad General de Autores, ha organizado estos encuentros.
Pero la solución tampoco está en el apoyo económico de la Adiministración.( "En la Comunidad Valenciana, el cine tiene 2.000 millones de ayudas, y no por eso sus producciones son mejores", apostilla Rivero). En lo que sí se muestran de acuerdo los miembros del sector audiovisual es en la necesidad de cierto proteccionismo de cara a la distribución. Como resume Pedro Rivero, "al final, la pelea se gana o se pierde en la distribución de las películas; así que lo mismo que se han protegido otros sectores industriales, también se debería respaldar al audiovisual".
Eso sí, lo que dejaron claro guionistas, actores, directores y productores es que no hay que echar las culpas al mercado porque es pequeño: "Si ha llegado la globalización, también lo ha hecho para las producciones vascas que se pueden vender en otros mercados", apunta Rivero.
En cuanto al aspecto creativo, la situación es más optimista. "El talento sobra en el País Vasco, pero lo que ocurre es que esa precaria situación de la industrial audiovisual lleva a una fuga de cerebros de los principales creadores a Madrid", señala Pedro Rivero. Esa "fuga de cerebros" también se ha vivido en las Jornadas en las que no han participado los nombres más conocidos en principio (Imanol Uribe y Enrique Urbizu) debido a sus compromisos en la capital madrileña.
Y en cuanto a la formación, también ha quedado claro en estos días que las escuelas de cine surgen donde hay una industria potente y no a la inversa, como demuestran los principales centros de estudio cinematográfico del mundo.
Los organizadores de esta cuarta edición están satisfechos con el cambio a Vitoria. "Era la primera vez que nos movíamos de Bilbao y la experiencia ha resultado más que positiva", concluye Pedro Rivero.
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