Cuando las horas se hacen eternas
"Me van a dar un reloj por si me pasa algo... Con él, me han dicho, puedo avisar a una ambulancia. Como vivo sola, esto me vendrá bien", repetía, nerviosa y expectante, Eduarda Moreno, de 76 años, sevillana del barrio de la Macarena, ante la puerta del salón de un céntrico hotel. Junto con otros jubilados, Eduarda aguardaba la llegada del consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, que acudía a explicarles en qué va a consistir el Plan Andaluz de Teleasistencia (PAT). Se trata de un proyecto en fase experimental desde el pasado 1 de enero, pero que pretende, en los próximos cuatro años, acabar con el aislamiento y la soledad de medio millón de andaluces mayores de 65 años.El honor de inaugurar el PAT le correspondió a María Jesús Gallardo, una ama de casa de 82 años que vive sola y que manifestó ciertos reparos para decir su edad: "No debería decirla en público", se quejó a través del monitor de televisión, ante el murmullo general de los jubilados que abarrotaban la sala. María Jesús conversó desde su casa, en el barrio del Tardón, con Pérez Saldaña, sobre la artrosis y las cataratas que padece. Para ello, previamente había tenido que pulsar un botón, colocado en una sencilla pulsera sujeta a su muñeca, que, automáticamente, activó su teléfono, conectándolo a la central del PAT. Allí, nada más recibir la señal, las trabajadoras sociales que atendían el nuevo servicio la pusieron en contacto con el consejero.
La experiencia de María Jesús, vivida en directo por cerca de 200 jubilados llegados desde las barriadas y pueblos de Sevilla, animó a otras personas, como José Martínez Bejerano, de 90 años, natural de El Pedroso, a solicitar de inmediato esta ayuda. "Creo que a las personas que, como yo, viven solas, esto de la teleasistencia puede sernos muy útil. Si nos ocurre algo, o nos aburrimos, apretamos el botón y siempre podremos hablar con alguien, ¿no?". También las trianeras Isabel Naranjo Núñez, de 77 años, y María Ribera Juárez, de 83, (ambas viven solas) comparten la opinión de José. "Aunque hasta ahora no he padecido ni una mala calentura", dice Isabel, "nunca se sabe; a esta edad, a una puede pasarle cualquier cosa." "Yo tengo la tensión alta y lo de ese reloj... con el botón..., lo veo muy bien", concluye, rotunda, María.
Como para los calendarios que miden el tiempo, también para los andaluces jubilados empieza una nueva época. "Sobre todo para aquéllos que, aún teniendo salud y una cierta autonomía, viven solos; ellos, de alguna manera, estarán siempre acompañados, y sus familiares podrán vivir más tranquilos", explica el consejero mientras desmenuza las bondades de "un proyecto social", recalca, pionero en España por su extensión y características, respaldado por la Junta. La inversión en este primer año será de 1.000 millones de pesetas. Unas 50.000 personas se beneficiarán de este servicio de teleasistencia. En la experiencia piloto, que durará tres meses, participan 150 ancianos.
Al PAT podrán acogerse todas las personas de la tercera edad, aunque se tendrán en cuenta para su selección la situación socio familiar, el grado de dependencia en que vive el solicitante, su economía y la edad. Los servicios que se ofrecen son múltiples, y van desde el auxilio inmediato ante una emergencia (problema de salud, accidente, robo), pasando por la orientación y apoyo psicológico, el asesoramiento para cualquier tipo de trámite administrativo, el envío de medicamentos al domicilio o, simplemente, poder mantener una charla para vencer la soledad. El abono a este servicio podría ser gratuito si el solicitante no dispone recursos. En cualquier caso, en el teléfono 900 845 041 se facilita toda la información.
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