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LA NUEVA SITUACIÓN EN EUSKADI

Propuesta de autodeterminación

Pedro Gorospe

Ninguna de las 206 enmiendas a los textos que guiarán la acción política del PNV en los próximos años alterará el giro acelerado que ha emprendido el partido de Xabier Arzalluz desde posiciones autonomistas hacia la autodeterminación y el llamado "soberanismo". Del debate previo han prosperado 138 enmiendas a la ponencia política y 68 al anexo Reconocer el ser para decidir, textos que serán aprobados mañana, tras su debate, en la III Asamblea Nacional. Sin embargo la enmienda más crítica con ese giro, la presentada por el ex diputado general de Álava y recientemente afiliado de nuevo al PNV, Emilio Guevara, ni siquiera fue aprobada en su asamblea regional.La ponencia política establece un marco general de actuación que gira en torno a la superación del Estatuto de Gernika. El inicio de su debate y, fundamentalmente, la aproximación estratégica hacia HB -que se formalizó tras la firma de la Declaración de Lizarra y el alto el fuego de ETA- comenzaron a provocar las primeras discrepancias en el seno del PNV. Pero la vinculación de este giro a la consecución de la paz ha puesto sordina a las críticas internas, que sólo han aflorado esporádicamente pese a ser compartidas por un sector considerable del partido.

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Proyecto soberanista

Tras la ruptura de la tregua por parte de ETA, Xabier Arzalluz hizo público que su partido iba a debatir internamente un anexo a la ponencia política en el que se concretaba cómo superar el actual marco jurídico y avanzar hacia la autodeterminación. Es un texto en cuya redacción participaron el portavoz de la ejecutiva, Joseba Egibar, persona de confianza del lehendakari Juan José Ibarretxe, y el consejero de Interior, Javier Balza, quien ya colaboró de manera intensa en la redacción de la Declaración de Barcelona. El anexo marca el camino hacia la consolidación de un nuevo marco jurídico que permita a los territorios de Euskadi, Navarra y el País Vasco francés decidir su futuro político unidos, y al margen de los dos Estados a los que pertenecen, mediante plebiscitos territoriales. El portavoz del PNV, Joseba Egibar, explicaba recientemente que sería conveniente que los nacionalistas articulasen un proyecto común y ese plebiscito "en esta legislatura".

El anexo que aprobará mañana el PNV se basa en la Disposición Adicional Primera de la Constitución, que ampara los derechos históricos vascos; en la Adicional Única del Estatuto de Gernika, referida a la posibilidad de actualizar los derechos históricos, y en el artículo 2 del mismo Estatuto, que menciona el derecho de Navarra a unirse a otras provincias. El PNV los considera puertas que la propia legalidad establece para llegar al desarrollo de una soberanía plena. Es decir, considera que los derechos históricos amparados por esas leyes, Constitución, Estatuto y Amejoramiento del Fuero pueden actualizarse hasta el punto de regular un referéndum en el que la sociedad vasca, navarra y vasco francesa decidiera cuál es su modelo de país y de relaciones con el resto de España y Francia.

El PNV aclara, no obstante, que de forma previa a la adopción de cualquier iniciativa política deben cesar todas las manifestaciones de violencia. Luego ya justifica que el hecho de partir del actual entramado jurídico diferencia sustancialmente su propuesta del proyecto de HB, que propone crear una Asamblea Constituyente tras un proceso electoral conjunto en Euskadi, Navarra y Francia.

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El proceso que propone el PNV para llegar al plebiscito incluye crear en primer lugar un foro de todos los partidos en el que se consensue un modelo. Acto seguido se debatiría en las instituciones vascas "como referentes fundamentales para su reconocimiento efectivo y desarrollo", y tras su aprobación en los Parlamentos vasco y navarro, se iniciaría el proceso de reforma del actual marco jurídico para darle encaje.

A la Asamblea General (congreso) asisten 650 afiliados, de los que 431 tienen derecho a voto, que reelegirán el domingo como presidente a Xabier Arzalluz. A continuación se reproduce íntegro el anexo Reconocer el ser para decidir.

I.RECONOCIMIENTO DEL SER PARA DECIDIR

1.1.El derecho de la sociedad vasca a definir su propio futuro.

El Pueblo Vasco es el depositario de la decisión o decisiones que sobre su futuro político y sobre la articulación de sus relaciones políticas con los Estados español y francés pueda adoptar.

El principio de que al Pueblo Vasco le corresponde decidir su futuro está implícito en la misma libertad de pensamiento y de opción política y es el aspecto nuclear de la declaración que sobre el Derecho de Autodeterminación realizó el Parlamento Vasco en febrero de 1990.

En consecuencia,

Desde la capacidad de ser y decisión del Pueblo Vasco defendemos el objetivo del reconocimiento nacional de Euskadi, para que el Pueblo Vasco, desde la condición de ser sujeto protagonista de su propia historia, pueda establecer el status político y jurídico que considere necesario y oportuno.

Apostamos por el desarrollo político y social de un autogobierno integral, pleno y propio, promoviendo en clave nacional acciones políticas, sociales e institucionales.

Desde la legitimidad histórica y política del derecho del Pueblo Vasco a un status político propio, debemos promover las condiciones para que la sociedad vasca, como protagonista de sus decisiones, participe activamente en el diseño del proyecto político que defina tanto su articulación interna como la relación externa, estableciendo el status político y cuadro de poder que el Pueblo Vasco, en un momento histórico como el actual, necesita para las próximas décadas.

EAJ-PNV parte de la realidad política y de los marcos jurídicos vigentes y, respetando ambos -realidad y marcos-, y consecuente con su línea fundacional, apuesta inequívocamente por el desarrollo de un ámbito jurídico-político que abarque a todos los vascos y contenga el respeto efectivo a su ser nacional y a la realidad histórica, cultural y lingüística, así como el derecho a definir su propio futuro, su articulación interna y su relación externa.

1. 2.Un proceso político dirigido a la normalización definitiva de la convivencia política.

A fin de llevar a cabo estos principios a la práctica política, procede iniciar y desarrollar un proceso político. Un proceso político cuya base es el reconocimiento del ser del Pueblo Vasco, el reconocimiento del ser para decidir, y cuyo objetivo será alcanzar, mediante el consenso social suficiente, la normalización definitiva de la convivencia política. Por ello, situamos la clave de este proceso en la sociedad vasca, en su voluntad libremente conformada y expresada.

Como tal proceso político, parte de una situación política establecida a otra por definir por la sociedad vasca para su futuro. Y debemos tener en cuenta la distinta situación con la que contamos en este momento respecto a la transición habida al final de la década de los setenta. Partíamos entonces de la negación absoluta de la existencia de un Pueblo Vasco; de todas las presiones políticas, sociales, económicas y militares derivadas de la dictadura y de la inexistencia de todo referente institucional propio. Este proceso político lo desarrollamos desde una conciencia de identidad política afianzada, aunque con diversa implantación territorial; unas instituciones propias cercanas al ciudadano desde las que orientar la acción política y un importante fondo dé poder de acción pública en la mayoría del territorio y población.

Con estas bases de partida, el legítimo objetivo como nacionalistas de alcanzar el reconocimiento de la identidad nacional de Euskadi es más posible que nunca en la historia de nuestro pueblo.

1. 3.Situación política de la que se parte.

Los aspectos sustanciales de la situación política actual son:

Existen marcos institucionales con importante capacidad de autogobiemo en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, fruto todo ello del sistema de autonomía asumido en el Estatuto de Gernika y en el Amejoramiento. Además de estas realidades, existe también un importante elemento de singularidad política como es el fundamental reconocimiento de un sujeto colectivo con derechos propios y preexistentes a la Constitución española de 1978, mediante la combinación de las Disposiciones Adicionales.

EAJ-PNV no sólo parte del respeto a estas realidades políticas, sino que se siente partícipe de ellas, por cuanto que, por su posición electoral mayoritaria y por las responsabilidades de gobierno que viene asumiendo, ha desempeñado un papel clave en su implantación, desarrollo y en la prestación de políticas públicas avanzadas a los ciudadanos.

Existiendo ese entramado institucional y capacidad de autogobierno, su grado de desarrollo es diferente en el conjunto de Euskal Herria. La evolución política institucional y el grado de desarrollo del autogobierno es distinto en la Comunidad Autónoma del País Vasco y en la Foral Navarra, careciéndose de referentes institucionales similares en los territorios de Iparralde.

Existe un diverso grado de implantación y extensión de la conciencia nacional vasca entre los ciudadanos de los seis territorios de Euskal Herria.

1. 4.Claves del proceso político.

Los conceptos fundamentales en los que se sustenta el proceso político a desarrollar, son:

Soberanía. El objetivo es consolidar un marco político y jurídico en el que el sujeto colectivo del Pueblo Vasco en su integridad tenga afirmado y definido el derecho pleno a decidir su futuro político. El reconocimiento del derecho de autodeterminación y su consolidación en los textos políticos básicos que conformen la cúspide del ordenamiento jurídico resultante.

Territorialidad. A pesar de la diversidad institucional y, también, de las diferencias derivadas de los sistemas constitucionales español y francés, lo cierto es que Euskal Herria se define por ser una comunidad innegable de profundas raíces históricas, culturales, lingüísticas y sociales.

Nuestra forma de entender el concepto de territorialidad es que, con respeto al diverso grado de desarrollo de la conciencia nacional en los seis territorios, de su capacidad de decisión y de su libre adhesión, el resultado del proceso político que nos comprometemos a llevar a cabo suponga que todos, ciudadanos y territorios, puedan incorporarse al sujeto político Pueblo Vasco, removiendo y superando los obstáculos y creando las condiciones jurídico-polítícas necesarias para que tal derecho pueda ejercerse.

El elemento territorial del proceso político significa, así entendido, crear una opción constitucional hoy inexistente, pero perfectamente deducible del reconocimiento y garantía de los Derechos Históricos del Pueblo Vasco. Opción consistente en que la pertenencia a la comunidad socio-cultural vasca pueda implicar, también, el reconocimiento de derechos políticos colectivos correspondientes a un sujeto político, si ésa es la voluntad de los respectivos ciudadanos.

Sociedad. Un pueblo y una conciencia nacional no se crea por el establecimiento de un determinado entramado institucional. Las instituciones, incluidas las de carácter nacional, como máxima representación de los vascos, son la consecuencia de que el pueblo alcanza la madurez política que significa la existencia de una conciencia nacional común y diferenciada de otras circundantes. Por lo tanto, el elemento fundamental es la extensión y afirmación de la conciencia nacional (la apuesta por el ser) en el conjunto de los ciudadanos de Euskal Herria.

Por ello, la acción política a desarrollar, consecuencia de este proceso político, debe ser planteada y debatida en todo Euskal Herria, si bien debe reconocer y tener en cuenta las diversas realidades y situaciones políticas diferenciadas de los territorios que la componen pues, en caso contrario, se hurtaría la voz real de nuestra sociedad.

El proceso parte así, por un lado, de que Euskal Herria es una Nación y como tal es depositaria de derechos políticos y, por otro, de que las realidades institucionales actuales son distintas, como también es distinta la pluralidad de identidades concurrentes en la sociedad vasca. Tan real es la afirmación nacional como la diversidad del entramado institucional y la pluralidad de identidades. Nuestro proyecto político se sustenta en el conjunto de estos principios, sin primar unos sobre otros.

1. 5.Fundamentos del proceso.

El proceso de normalización de la convivencia política tiene que partir, según nuestro criterio, de los siguientes fundamentos o presupuestos:

De la paz. Con carácter previo a cualquier iniciativa política deben cesar definitivamente todas las manifestaciones de violencia y coacciones o amenazas. No puede abordarse un proceso político de esta envergadura sin un escrupuloso respeto a los derechos humanos de todas las personas. Y ello, tanto desde una concepción ética de la apuesta por las vías políticas y democráticas, como por la propia legitimidad del proceso. Sólo a partir de un escenario completo de paz podemos construir el futuro político de Euskal Herria sobre bases de libertad y de libre adhesión.

Del reconocimiento y consolidación del Pueblo Vasco como sujeto dotado de identidad propia y de capacidad de decisión de su futuro político.

Del reconocimiento de la integridad territorial de Euskal Herria como base física del sujeto político, entendido este principio en la forma analizada anteriormente, partiendo del respeto de la diversa situación existente, tanto en lo social como en lo institucional, en las diferentes partes integrantes de Euskal Herria.

La integridad territorial debe ser un principio político del proceso y el procedimiento de acción impulsado por los nacionalistas debe ir dirigido a promover la conciencia de integridad territorial allí donde más débil se manifiesta. Pero, en todo caso, esa conciencia de integridad territorial debe plantearse y entenderse en términos de igualdad política de los territorios, de voluntad asociativa y no en términos de absorción.

Y, para promover estas condiciones se trabajará en el establecimiento de niveles de relación política entre las partes integrantes de Euskal Herria, removiendo los obstáculos jurídicos-políticos existentes en los ordenamientos español y francés y en los respectivos Estatuto y Amejoramiento.

Del reconocimiento de la pluralidad de identidades de la sociedad vasca, en la que coexisten muy diversas conciencias nacionales y con diferente grado de implantación territorial.

De la utilización exclusiva de procedimientos democráticos, con la correspondiente aceptación por parte de todos (vascos, españoles, franceses y sus correspondientes instituciones y poderes), de la voluntad libre y democráticamente expresada por la sociedad vasca.

De la extensión del proyecto de convivencia política por la libre adhesión de los vascos.

II.PROCESO POLÍTICO: PROCEDIMIENTO

PARA SU DESARROLLO

El procedimiento para desarrollar el proceso político es, a juicio de EAJ-PNV, tan importante como los proyectos materiales que para esta sociedad tienen los diversos partidos políticos que configuran su representación.

Por ello, el procedimiento debe estar abierto desde los momentos iniciales al conjunto de los agentes políticos y sociales, a fin de garantizar la oportunidad de participación y el libre contraste de ideas.

Con estos principios, presentamos como bases del procedimiento, las siguientes:

1.Iniciativa.

EAJ-PNV está dispuesto a asumir la iniciativa de este procedimiento, promoviendo su puesta en marcha y presentando al conjunto político y social su proyecto político.

2.Colaboración nacionalista.

Partiendo de la legitimidad de un proyecto nacionalista y de su bondad para el progreso de la sociedad vasca, ofrecemos a las demás formaciones nacionalistas que, de común acuerdo y desde la diferencia y el respeto mutuo, contrastemos, debatamos y acordemos las bases de este proyecto, sus contenidos, modos y ritmos.

3.Pluralidad política.

Si hay un concepto que define a la sociedad vasca es la pluralidad, tanto en sus identidades nacionales como en los proyectos de articulación interna y externa.

Por ello, el reconocimiento y respeto de la pluralidad de la sociedad vasca constituye un elemento básico en sí mismo, que debe tenerse en cuenta en todo momento del procedimiento y en el desarrollo de cualquier proyecto político.

4.Normalización política.

Siendo legítima la iniciativa y colaboración nacionalista, en aras de la normalización política y de la cohesión social se procederá, desde un momento inicial, a la apertura, presentación y debate de las cuestiones relativas al procedimiento que permita desarrollar y contrastar los respectivos proyectos políticos al conjunto de la representación política, asumiendo el compromiso de tratar estas cuestiones en el foro o foros que se constituyan para favorecer el diálogo político general, base y fundamento del final dialogado, participado y cohesionado del con flicto político que afecta a Euskal Herria.

5.Participación social.

La sociedad vasca viene demostrando un alto grado de madurez y cohesión superior al que se obtiene de las relaciones entre los partidos políticos. Entendemos, así, necesaria la participación social, a través de sus agentes, asociaciones, entidades, etcétera, desde los momentos iniciales y de manera coetánea con el debate político, abriendo también a estos ámbitos el contraste sobre los procedimientos y posibilitando la pre-sentación y consideración de los respectivos proyectos políticos.

6.Papel de las Instituciones.

Una vez articulado un procedimiento completo tras el contraste y debate con los agentes políticos y sociales, las actuales Instituciones se constituirán en los referentes articuladores fundamentales para el reconocimiento efectivo y desarrollo de los proyectos políticos.

III.BASES DEL PROYECTO

DE EAJ-PNV

En el desarrollo de este proyecto político, EAJ-PNV se compromete a mantener un esencial equilibrio entre la iniciativa y legítimo impulso de la ideología nacionalista y la salvaguarda de la cohesión social, garantizada por la opción de participación de las fuerzas políticas representativas de otros pensamientos y proyectos para la sociedad vasca, y la apertura del debate a esta misma sociedad mediante sus agentes e interlocutores.

1.Definición del sujeto político.

El Pueblo Vasco, Euskadi o Euskal Herria, configura una realidad histórica, lingüística y cultural común que pertenece por igual a todos los ciudadanos y ciudadanas de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa y Zuberoa. El Pueblo Vasco y los Territorios que lo integran constituyen, por tanto, una realidad diferencial y preexistente a los ordenamientos español y francés y, como tal, está dotado de personalidad e identidad propias.

2.Reconocimiento del "ser" de Euskadi.

El desarrollo del régimen de autonomía en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Foral Navarra no supone renuncia del Pueblo Vasco a los derechos que le corresponden en virtud de su historia y de su voluntad de autogobierno. Y en sus derechos políticos se incluye el derecho de autodeterminación y su ejercicio, definido conforme a los principios declarados por el Parlamento Vasco en febrero de 1990.

3.Territorialidad de Euskadi.

Los territorios vascos podrán, en función de la voluntad de sus respectivos ciudadanos, establecer cualquier modalidad de relación institucional, superando en función de los derechos históricos de los territorios de Euskadi-sur, la prohibición federativa establecida en el artículo 145.1 de la Constitución española.

En este sentido, para el estudio de distintas fórmulas de relación, imbricación, colaboración interterritorial, resulta imprescindible potenciar foros de reflexión y deliberación.

4.Acción concertada de electos municipales: Udalbiltza.

Desde la afirmación de la existencia de Euskal Herria como Nación, dando testimonio de su territorialidad, impulsando la construcción nacional, entendida como proceso dinámico y democrático y sustentado en la libre participación y decisión de las ciudadanas y ciudadanos vascos, avanzando en el proceso de interrelación constructiva entre los municipios de todos los territorios, apostamos por la acción concertada de los representantes municipales a través de Udalbiltza.

5.Contenido material del actual autogobierno.

Las Comunidades Vasca y Navarra deben asumir de manera inmediata y global el conjunto de contenidos competenciales que les corresponden conforme al Estatuto y Amejoramiento, con respeto total a los elementos singulares, tanto políticos como financieros, que los definen y caracterizan.

6.Presencia y participación en la Unión Europea.

En una primera fase, la necesaria actualización de los derechos históricos en el contexto europeo actual requiere la presencia directa de la Comunidad Autónoma Vasca y Comunidad Foral Navarra en la Unión Europea, en representación y defensa tanto de su identidad singular, como de sus competencias y políticas públicas.

Del reconocimiento de la existencia de Euskadi-Euskal Herria como sujeto político se deduce la necesaria articulación de mecanismos y decisiones que hagan efectivo dicho reconocimiento ante y en la Unión Europea.

7.Articulación del Proyecto Político.

El desarrollo de este conjunto de bases se articulará en un proyecto político que será el resultado del debate abierto y promovido en el conjunto de la sociedad vasca y con la máxima participación de los agentes políticos, económicos, sindicales, sociales y culturales.

Este proyecto político se confeccionará en un plazo a determinar desde la apertura del proceso político en los Parlamentos Vasco y Navarro.

Este proyecto debiera contener como mínimo: 1) El desarrollo articulado de las presentes bases, 2) el sistema de relaciones internas y externas de Euskadi-Euskal Herria, articulado, en todo caso, con la perspectiva del proceso de la Unión Europea, y 3) el contenido material del autogobierno político, su fondo de poder y el sistema de garantías para su preservación tanto en las relaciones internas como externas.

8.Consolidación jurídica del Proyecto.

Una vez elaborado el Proyecto Político se iniciará el proceso de reforma pertinente en los marcos jurídicos vigentes, sometiendo en todo caso, el proyecto o proyectos resultantes a consulta y/o referéndum de la ciudadanía vasca.

Sabin Etxea, 20 de diciembre de 1999

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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