Boeing compra el mayor fabricante de satélites comerciales por 600.000 millones de pesetas

El gigante aeronáutico Boeing adquirió ayer por 3.750 millones de dólares (unos 600.000 millones de pesetas) el mayor fabricante del mundo de satélites comerciales de comunicación, una división de Hughes Electronics Corporation, propiedad a su vez de General Motors. El líder en aviación civil amplía así su sector espacial y se posiciona en el mercado de las comunicaciones de alta velocidad. Hughes a su vez gana en capital para ampliar su gama de servicios y consolidar su posición de número uno en EE UU en servicios de televisión por satélite.

La operación, que supone el desembolso en efectivo de los 3.750 millones de dólares, convierte así a Boeing en el mayor fabricante de satélites del mundo, militares y civiles. "Boeing quiere ser el número uno en el espacio. Esta adquisición es un paso significativo para cumplir nuestro objetivo y transformarnos en el líder industrial en comunicaciones integradas basadas en el espacio", dijo Phil Condit, el presidente de Boeing, tras dar a conocer el acuerdo.Esta nueva adquisición le permitirá mejorar el seguimiento en el aire de sus aviones comerciales y sobre todo ampliar su sector espacial y de comunicaciones, que el año pasado creció más de un tercio. La compañía se queda con tres divisiones de Hughes Electronics Corporation:Hughes Space and Communications, Hughes Electron Dynamics y Spectrolab, responsables de la fabricación del 40% de los satélites comerciales en funcionamiento. Con base en El Segundo, California, estas divisiones emplean a 9.000 personas y se estima que sus ingresos para 1999 alcanzaron los 2.300 millones de dólares.

La tecnología de Hughes es la que ha permitido a General Motors instalar en sus vehículos el servicio OnStar que utiliza el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y comunicaciones por satélite para conectar al conductor a una base de datos que le informa, entre otras cosas, del estado del tráfico.

Boeing, que emplea a 20.000 personas en su sede de Seattle (EE UU) y cuyos ingresos en los tres primeros trimestres de 1999 alcanzaron los 1.650 millones de dólares, viene potenciando desde hace algo más de un año su sector espacial. El pasado septiembre consiguió un contrato por 5.000 millones de dólares, frente a su competidor Lockeed Martin, para construir la próxima generación de satélites espía del ejército estadounidense. Poco después se atribuyó la construcción de 40 satélites, por valor de 500 millones de dólares para SkyBridge LP, con el próposito de crear una red de acceso a Internet de alta-velocidad.

La compra de Hughes Space and Communications confirma los nuevos propósitos de Boeing y le abre las puertas al jugoso mercado de las comunicaciones por satélite, sin ir más lejos, la que puede ofrecer desde sus aviones a través del teléfono o de Internet. Todas las estimaciones apuntan a que de aquí a cinco años, el negocio de las comunicaciones por satélite se triplicará, llegando a alcanzar los 160.000 millones de dólares en ventas anuales.

Un nuevo "portal"

Al decidir vender, General Motors, propietaria de Hughes Electronics, orienta la actividad de su filial hacia los servicios y deja de lado la fabricación de los satélites. A través de DirecTV, Hughes es ahora el líder de la televisión por satélite en Estados Unidos, con 8 millones de abonados, oferta que quiere diversificar frente a su competidor EchoStar Comuunications. También es líder en el desarollo de equipos para la transmisión de información a alta velocidad, como los terminales de tarjetas de crédito que las tiendas utilizan para verificar las cuentas de los clientes.

Hughes quiere posicionarse en el acceso a Internet por alta velocidad -también llamado de alta banda y que incluye las líneas digitales, el cable y el satélite- a través de su recién creado portal Spaceway. Tiene previsto gastarse unos 1.400 millones de dólares en diseñarlo, lanzarlo y comercializarlo en el año 2202.