Consejera por duplicado y dirigente partidista

Carmen Hermosín no se puede quejar de falta de trabajo. Si las funciones de una Consejería con dos cabezas -y ambas de bigote- podían parecer pocas, también se ocupa de dirigir el PSOE de Sevilla y participar en la Ejecutiva de su partido. En ambas funciones ha destacado por su capacidad para evitar el relieve. Incluso sus más cercanos colaboradores la reprenden de vez en cuando por ser demasiado autocrítica y en ocasiones ponerle a la oposición las cosas en bandeja por matizar en exceso los éxitos.La consejera que más tiempo lleva en los gabinetes de Manuel Chaves -fue titular de Asuntos Sociales de 1990 a 1994, de Gobernación desde 1994 y desde 1997 de Gobernación y Justicia- no puede ocultar su ilusión con el arranque de las competencias en materia de Justicia de la Junta. Los que la critican aseguran que su dedicación a este área tan importante -e increíblemente política, cuando el Gobierno central y el ministro de turno son de otro partido- puede haberle distraído de sus otros cometidos.

Hermosín llegó a la Secretaría General del PSOE de Sevilla por su capacidad de mediación y su innegable peso dentro del partido, en la que es considerada por unos y por otros como uno de los personajes que más ha dado al socialismo andaluz y nacional. El terremoto de las primarias con la victoria de José Borrell también tuvo su efecto en Sevilla. La toma de partido de los socialistas por uno u otro estilo le afectó directamente al ser la esposa de Luis Yáñez, la mano derecha del que los afiliados eligieron como candidato a la Presidencia del Gobierno.

Algunos consideran que desde esa época Hermosín perdió un poco de manejo en su tradicional mano izquierda a la hora de manejar los asuntos del partido en Sevilla. Pero de lo que no cabe ninguna duda es que Hermosín es un elemento clave en el PSOE andaluz y que cuenta con el apoyo sin condiciones de los que más cuentan.

Hermosín defiende la medida socialista de confeccionar sus listas con igual número de mujeres que de hombres. Aunque en el Ejecutivo andaluz no se puede aplicar lo de las consejeras florero, con Magdalena Álvarez como titular de Economía y la propia Hermosín en Gobernación y Justicia, la número tres en el protocolo andaluz ve con regocijo esta medida.

Fiel a lo que aseguran sus colaboradores sobre matizar los éxitos, Hermosín no se olvida de los varones a la hora de aplicar esta medida y resalta el esfuerzo de varios políticos socialistas dejando paso a mujeres menos experimentadas delante de ellos en las listas. Como todo político, recibe críticas y elogios dependiendo del interlocutor, pero lo que nadie le niega es trabajo y dedicación. Nada desdeñable.