Hallada basura en los cohetes rusos que estallaron
La comisión que ha investigado uno de los dos accidentes de cohetes rusos Protón ocurridos el año pasado ha descubierto, al estudiar los restos de los motores, que había en ellos basura. Un trapo bajo una válvula, restos de aluminio, cobre y arena son algunos de los desperdicios completamente ajenos a los motores que han aparecido en las cámaras de los mismos. La comisión gubernamental de expertos convocada para analizar las causas del accidente del Protón el pasado 27 de octubre concluye que el fracaso se debió a defectos de fabricación del cohete. Los Protón han tenido fama de ser muy fiables y han sido un eje de la carrera espacial soviética, primero, y rusa, después.
Los investigadores barajaron varias posibilidades para explicar la presencia de basura en los restos de los motores tras la destrucción del cohete: podían haber entrado por fallos en el sellado de las piezas o podían haberse mezclado con la chatarra del Protón en tierra, tras el accidente.
Sin embargo, tras varios ensayos, han llegado a la conclusion de que el trozo de trapo, por ejemplo, seguramente estaba en el conducto de combustible, lo que significa que llegó allí durante el proceso de fabricación. Además, otros fragmentos de basura y partículas encontrados son iguales a los descubiertos en un ensayo de otra unidad de Protón.
La comisión destaca que tanto el cohete que falló en octubre, como el accidentado el 5 de julio de 1999 en otro lanzamiento, y la unidad que falló durante las pruebas en noviembre del mismo año, fueron fabricados en el periodo 1992-1993. En esos años, el Departamento de Energía ruso impuso un cambio de estrategia en la producción de cohetes rusos, al orientarla hacia los usos civiles.
Coincidiendo con este cambio estratégico, los expertos señalan que la producción de motores de combustible líquido para cohetes en la Planta Mecánica Voronezh cayó, en 1992, a un 19% del nivel de producción de 1986. A partir de ese momento, el número de piezas que no pasaban los controles se disparó, debido, sobre todo, a fallos en la fabricación, con mano de obra insuficientemente cualificada, y a incumplimiento de las especificaciones de dimensiones de piezas.
Lo cierto es que los resultados de los análisis de los cohetes fallidos muestran no sólo similitudes entre ellos, sino que encajan perfectamente con los resultados de ensayos en tierra realizados en 1978, en los que se introdujeron fragmentos de basura en los conductos de combustible de los motores del cohete.
"La causa más probable del fallo del Protón LV el 27 de octubre de 1999 es la presencia de partículas minerales o metálicas dentro del motor", concluye la comisión de investigación. Los expertos creen que dichas partículas se encontraban en los motores debido a "la baja calidad del trabajo en la planta mecánica Voronezh.
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