El capitán del "Erika" declara que alertó del mal estado del buque en noviembre

Todos sabían que el Erika era un barco poco seguro: eso se deduce del relato que el capitán del navío, el indio Karun Mathur, hizo ayer de su experiencia desde el pasado 22 de octubre en Sebastopol (Ucrania), donde se hace cargo del barco, hasta el 12 de diciembre frente a Bretaña, cuando naufragó. En noviembre, en una escala en Novosibirsk (Rusia) para cargar combustible, el capitán pidió a los expertos que analizaran las señales de corrosión en el tercer tanque. Los expertos determinaron que no había riesgo de fisura. Mathur no parecía convencido y el 22 de noviembre, en Sicilia, reclamó una nueva inspección. Pero el Registro Navale Italiano, después de encontrar una nueva zona corroída, tampoco estimó peligro.El 8 de diciembre zarpó de Dunkerque con 30.000 toneladas de fuel: es decir, transportaba el 98% del volumen que le permitía su estructura. Ésta no resistió los vientos y comenzó a inclinarse. Mathur pidió refugio en Saint Nazaire y comunicó a Total y Panship, la sociedad italiana que gestiona el Erika, el cambio de destino. Total no respondió. El naufragio fue cosa de horas.