La oposición y el PA arremeten contra Chaves por la coincidencia de los comicios andaluces y generales
La confirmación por parte de Manuel Chaves de que el 12 de marzo será la fecha de las elecciones andaluzas recibió ayer una catarata de críticas de la oposición por la coincidencia segura con las generales. La mayoría de ellas, similares -cuando no idénticas- a las que Izquierda Unida, PP e, incluso, los socios del Ejecutivo andaluz, los andalucistas, han venido repitiendo desde que se presintió la simultaneidad de ambos comicios. No obstante, el candidato del PA, Pedro Pacheco, elevó el tono algunos grados y se mostró partidario de "dar un portazo a Chaves en todas las narices". Los otros dos candidatos, Teófila Martínez (PP) y Antonio Romero (IU) reprocharon al socialista su "traición" a los andaluces y Parlamento.
Pacheco, portavoz de su grupo en el Parlamento y alcalde de Jerez, ha sido siempre favorable a la ruptura pactada de la coalición de Gobierno para afrontar con las manos libres la campaña electoral. La Ejecutiva de su partido, sin embargo, no lo consideró oportuno y el empecinamiento del candidato le costó incluso un minicrisis interna. Por eso, ayer, al confirmarse la simultaneidad, salvo sorpresas de última hora, Pacheco volvió a apostar por deshacer el pacto, aunque matizó que sabe que ésta no es la postura de la dirección del partido, "pero sí la del colectivo del partido". Los andalucistas seguirán con la recogida de firmas para evitar con la simultaneidad, que ha sido el eje de su estrategia de diferenciación con el PSOE.El PA, que tienen ya prácticamente cerradas sus listas electorales, inicia la precampaña con la preocupación de que los socialistas recuperen la mayoría absoluta y deje de ser la llave de la gobernabilidad, según declaró ayer el secretario general, Antonio Ortega, quien dijo que el "empeño por desaparecer" de IU y "la política de desatino" que ha realizado el PP, "están dando muchas facilidades". Ortega añadió que Manuel Chaves ha roto el espíritu del Estatuto de Autonomía y, con la coincidencia electoral, ha convertido a los andaluces en ciudadanos de segunda. "Andalucía como Eliancito, el niño balsero de Cuba, que todo el mundo la utiliza", ironizó.
El candidato de IU, Antonio Romero, señaló que la celebración de las elecciones conjuntas se produce por motivos partidistas y calificó la convocatoria de Chaves de "traición" a los ciudadanos y al Parlamento, que aprobó una iniciativa para solicitar que los comicios andaluces fueran separados. La federación de izquierdas afronta las elecciones en una situación muy delicada, después de haber perdido 200.000 votos en las municipales, la caída libre en las elecciones catalanas, y el abandono de Julio Anguita, coordinador general. La confección de las listas no ha supuestos muchas dificultades, ya que IU prevé que, en el mejor de los casos, alcanzará un escaño por provincia, salvo en Sevilla, donde es muy probable que consiga dos. Sólo la minoría mayoritaria de IU, la CUT-BAI de Juan Manuel Sánchez Gordillo, ha ocasionado alguna fricción ya resuelta. Romero no es diputado andaluz y toma el relevo de Luis Carlos Rejón, que esta vez se presenta para el Congreso y es responsable de la campaña de las generales.
A los populares el anuncio les coge todavía con el proceso de elaboración de candidaturas abierto. Dos de sus pesos pesados en Andalucía, el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, y la secretaria generales de Asuntos Sociales, Amalia Gómez, han anunciado que dejan la política de primera fila. Aunque ninguno de los dos iban a concurrir en las andaluzas, su salida ha supuesto un golpe de efecto negativo para la precampaña, calentada desde hace tiempo con críticas de trazo grueso hacia Chaves y su partido. La candidata, Teófila Martínez, definió ayer al presidente de la Junta como un político "indeciso", se mostró contraria a la coincidencia electoral, pese a que ella puede ser una de las grandes beneficiadas, arremetió contra el PSOE de Madrid y Sevilla y dijo que cuando el candidato a las generales era José Borrell, el socialista andaluz no quería "ni muerto" la simultaneidad, que más tarde propicio para arropar al candidato actual, Joaquín Almunia. Mientras Martínez asegura que no quería elecciones cojuntas, su partido a nivel nacional han saludado la coincidencia, según apuntó ayer una vez más el ministro portavoz, Josep Piqué.
Los socialistas fueron los primeros en cerrar sus listas, con lo que el eco de este proceso, siempre complejo y puntilloso, quedó sepultado antes de diciembre. El PSOE defendió ayer la oportunidad de la fecha porque promoverá la participación y auguró una dura campaña, sobre todo, por parte de los populares. "De la derecha nos tememos siempre la agresión porque es lo único que sabe hacer", dijo ayer el secretario de Política Institucional, José Caballos. El PSOE centrará su campaña en el contraste con el PP y pasará de largo sobre las propuestas de Izquierda Unida y sus actuales socios en el Gobierno andaluz.
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